Mi pregunta es muy concreta y va dirigida al Doctor Fernando Aportela por considerarla parte de los criterios para el desarrollo económico nacional. Ésta es referente a los recientes cambios en el régimen de operaciones con dólares en efectivo.
Si hacemos un poco de historia, en el año 2010, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público tomó una serie de medidas para regular las operaciones de dólares en efectivo en la franja fronteriza, así como en las zonas turísticas.
Estas medidas consistieron en fijar límites para las operaciones con dólares, así como los montos permitidos para el depósito que tenían las personas morales ubicadas en la franja fronteriza y zonas turísticas. Estos límites quedaron en 14 mil dólares mensuales, tratándose de personas morales, y en el caso de corresponsales cambiarios, el límite fue de 250 dólares en efectivo por cada transacción.
En cuanto a personas físicas, se estableció un límite para cuentahabientes bancarios de cuatro mil dólares mensuales, y para no cuentahabientes, el tope fue de mil 500 dólares mensuales, en efectivo.
Dichas medidas se implementaron para evitar la entrada a la economía nacional de dólares en efectivo procedentes de actividades ilícitas o como medidas precautorias y preventivas contra el lavado de dinero. Así se entendieron en el 2010.
Este esquema se mantuvo durante cuatro años y fue el 12 de septiembre del presente año, que el Presidente de la República, en compañía del Secretario de Hacienda y Crédito Público, y otras autoridades que lo acompañaron, presentaron en Tamaulipas nuevas medidas para mejorar las operaciones con dólares en efectivo y, además, cierre de garitas.
De acuerdo a estas medidas las empresas ya no tendrán restricciones para depositar dólares en efectivo en sus cuentas bancarias, o realizar operaciones de cambio de divisas, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos, lo cual nos parece muy positivo para seguir en el mismo balance de medidas precautorias.
El primero de los requisitos, entendemos, de acuerdo a lo que fue comentado en el estado de Tamaulipas, es justificar que la realización de la actividad económica requiere de divisas por montos mayores al límite de 14 mil dólares mensuales.
En segundo, que las empresas tengan por lo menos tres años de constituidas como persona moral. Y el tercero, que las empresas que están realizando estas transacciones, adopten mecanismos de conocimiento de sus clientes y un monitoreo estricto.
Con estas modificaciones, creemos que se obtendrán, y así lo entendimos o lo manifestó el señor Presidente de la República, tres beneficios. Primero, una mayor productividad y competitividad para las empresas y negocios; ya que las empresas antes afectadas por las restricciones vieron reducidos sus costos de transacción, eliminando riesgos y gastos adicionales.
Un segundo beneficio, que nos señalaban, es una mayor inclusión financiera, ya que las empresas podrán aprovechar todos los productos de las instituciones financieras, promoviendo así el ahorro, el crédito y las inversiones a mayor plazo.
Por último, nos mencionaban, que se tendrá una mayor eficiencia en la prevención del lavado de dinero, pues aún y cuando ya no se establecen estas restricciones, hay medidas de balance y medidas precautorias, las cuales no afectan a las empresas y a sus transacciones.
De igual manera, como comentaba el Presidente de la República, anunció el cierre de nueve garitas, mencionando que con esto, el tránsito de personas y mercancías, obviamente, será más ágil, cómodo y seguro.
Los beneficios que este programa ofrece son, desde nuestro punto de vista, evidentes. Lo que quisiera preguntarle al Doctor Aportela es:
¿Cómo se inserta este esquema de operaciones con dólares en efectivo, dentro de las directrices de la política económica para el 2015? Pensando que estas políticas están enfocadas a fortalecer el desarrollo nacional y, en específico, el de la franja o región fronteriza y la zona turística.
Por su respuesta, muchas gracias.
PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO
