Senador Raul Bolaños

Con su venia, Senador Presidente.

Compañeras y compañeros legisladores:

El día de hoy en un entorno político nacional totalmente distinto al que vivimos hace seis años, damos cuenta de la glosa. El sexto informe de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, en materia de la política social. Como lo dijo el primer secretario de Desarrollo Social, en nuestro país, Luis Donaldo Colosio, la pobreza no puede ser destino, ni pretexto para dividirnos, así tenemos que entender desarrollo social como una integralidad, como una política social que nos obliga a todos a contribuir a lo más importante que tiene nuestro país.

Hoy partimos de acuerdo con un diagnóstico, entender cómo se mide la pobreza en nuestro país y permítanme recapitular fue en el año 2004 cuando se creó la Ley General de Desarrollo Social y en 2005 aparece la figura del CONEVAL, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, y es el CONEVAL el que identifica a las personas que se encuentran en condiciones de pobreza en razón de seis carencias sociales. Una persona es considerada pobre moderada cuando la aquejan una o dos de estas carencias sociales. Una personas es considerada pobre extrema cuando la aquejan más de dos estas carencias sociales.

Desgraciadamente son 53 millones de mexicanos los que viven en condiciones de pobreza de nuestro país; 9.1 de ellos en condiciones de pobreza extrema; 68 millones de mexicanos no tienen acceso a la seguridad social; 24 millones de mexicanos no tienen acceso a una alimentación sana, variada y suficiente; 23 millones de mexicanos, carecen de los servicios básicos de su vivienda; 22 millones de mexicanos viven con un rezago educativo; 19 millones de mexicanos, no tienen acceso a los servicios de salud, y 14 millones de mexicanos viven en condiciones de hacinamiento, pero no todo son malas noticias, permítanme hablarles del resultado de alguna política pública que fue focalizada y que si bien comenzó por enfilar todos sus esfuerzos a la carencia alimentaria con la Cruzada Nacional contra el Hambre pronto comprendimos en México que lo que se mide se puede mejorar y enfocamos todas las acciones de gobierno a cada una de las seis carencias sociales.

Al día de hoy 26.8 millones de mexicanos son beneficiarios del Programa Prospera; tres millones más en 2012. El programa para adultos mayores atiende a 2 millones más de personas de las que tenía en 2012, es decir 8 de cada 10 mexicanos son beneficiarios de este programa; el programa de instancias infantiles atiende a 1.8 millones de madres solteras y 1.2 millones de niños; 16 por ciento más que en 2012; los comedores comunitarios de Sedesol sirven 1.2 millones de raciones de comida al día, alcanzando la totalidad de la cobertura nacional en el año 2017. Si bien estos números nos indican que vamos por la ruta correcta también tenemos que tener la capacidad de autocrítica, entender que 53 millones de mexicanos siguen en condiciones de pobreza y de comprender lo que aquel premio novel de economía nos dijo en algún momento que la mejor política social es la política económica, es así que donde debemos de reflexionar en dónde nos hemos quedado cortos apostémosle a la productividad y en la competitividad, teniendo la competitividad como generar un contexto propicio para hacer negocios, para hacer de México un país mucho más dinámico, para hacer de México un país mucho más equitativo y mucho más próspero, apostémosle a la educación, en la capacitación como pilar fundamental, para lograr esa sociedad equitativa que tanto anhelamos.

No olvidemos lo que nos dijo ese prócer oaxaqueño de Vasconcelos y la mejor herramienta para combatir la pobreza es la educación. Hagamos de México un país que esté a la altura de las mejores prácticas de política internacional, como los 17 objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 20-30, para que en el año 2030 podamos estar en altitud de nuestro país, de levantar bandera blanca en cuanto a pobreza extrema y que México sea un país con mucha más inclusión social, con mucho más desarrollo económico y con un desarrollo ambiental mucho más sostenible.

Señor presidente, si me permite un minuto para hacer público un agradecimiento del pueblo oaxaqueño a la Sedesol.

Hace exactamente un año, mis paisanos y un servidor vivíamos la crisis humanitaria más grande que hemos enfrentado en la historia moderna en nuestro estado y hoy desde la más alta tribuna en México, quiero hacer público este agradecimiento a la Sedesol, fueron días de incertidumbre, de tristeza y de tragedia, si no hubiera sido por la claridad, el despliegue de funcionarios, el abasto alimentario de la Sedesol, Oaxaca no se hubiera levantado rápido, juntos y en equipo demostramos que no importa la fuerza, de la naturaleza, es más grande el corazón de los mexicanos cuando nos unimos.

Muchas gracias es cuanto, señor Presidente