Diputado Rogelio Rayo

Con la venia de la presidencia.

Las niñas y los niños centroamericanos que emprenden la travesía hacia el vecino país del norte, lo hacen porque tienen el sueño de encontrar mejores condiciones de vida.

No olvidemos que se trata de personas que huyen de la pobreza, de la falta de oportunidades y de la violencia que azota a sus países de origen. Además, la mayoría de ellos tiene la esperanza de reencontrase en territorio estadounidense con alguien de su familia, padre, madre, hermanos o tíos.

Para llegar a la frontera de los Estados Unidos viajan por semanas enteras e incluso meses; el viaje está lleno de peligros y se han documentado desgarradoras experiencias que incluyen toda clase de abusos, como extorsión, violación, violencia física, secuestros, prostitución, ser obligados a transportar drogas e incluso asesinatos.

No obstante los riesgos que implica esta migración, sigue dándose el fenómeno de menores que viajan solos, en indefensión y expuestos a peligros de todo tipo. De ese tamaño será la necesidad de escapar de las condiciones de pobreza, violencia y desesperanza que viven en sus lugares de origen.

Frente a este panorama, la autoridad debe poner especial atención en las circunstancias en que los menores migrantes no acompañados pueden encontrarse en su intento por llegar a Estados Unidos, pues están expuestos a una situación de extrema de vulnerabilidad, la cual implica un alto riesgo de que sus derechos sean quebrantados.

El número de niños que viajan solos hacia los Estados Unidos ha ido en aumento en los años recientes, registrándose dramáticos casos de menores de apenas cinco años. En este sentido, la caravana migrante centroamericana no es la excepción y con ella viajan muchas niñas, niños y adolescentes no acompañados, a quienes tenemos la responsabilidad de proteger.

La necesidad de proporcionar al niño una protección especial ha sido enunciada desde la Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Niño y en la Declaración de los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1959, la cual es reconocida en diversos instrumentos internacionales interesados en garantizar el bienestar de los menores.

La Declaración de los Derechos del Niño señala que éste, "por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidados especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento".

De acuerdo con la Corte Interamericana de Derechos Humanos la necesidad de adoptar esas medidas o cuidados especiales proviene de la situación específica en la que se encuentran los niños, tomando en cuenta su debilidad, inmadurez o inexperiencia.

En este marco de protección especial a la cual tienen derecho los menores, actuar en función el interés superior de la niñez adquiere gran importancia para su adecuada salvaguarda.

Por este motivo, votaremos a favor del punto de acuerdo que se pone a nuestra consideración, pues consideramos que no se debe escatimar esfuerzo alguno cuando se trata de proteger a las niñas, niños y adolescentes. Si los abandonamos, estaríamos contribuyendo, lamentablemente, a ensombrecer el futuro de la humanidad.

Es cuanto.