Diputada Beatriz Manrique

Con la venia de la Presidencia compañeras y compañeros.

No quiero sentirme valiente cuando salga a la calle, lo que quiero es sentirme libre. En la lucha por conseguir la igualdad entre géneros nos hemos centrado en el diseño de políticas que, si bien, sí abonan en dotarlas de herramientas para poner un alto a quienes atacan pensando que hay supuestas desventajas físicas y sociales, vemos que poco se ha logrado.

Hoy contamos con un marco jurídico especialmente diseñado para nosotras las mujeres; la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para favorecer su desarrollo y bienestar conforme a los principios de igualdad y no discriminación; la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, o la Ley del Instituto Nacional de las Mujeres para promover y fomentar las condiciones que posibiliten la no discriminación, la igualdad de oportunidades y trato entre los géneros.

Ello, sin duda nos habla de que nos encontramos atendiendo desde una parte un rubro que por décadas había sido invisibilizado, las mujeres y la igualdad entre hombres y mujeres.

Sin embargo, hoy estamos enfrentando una situación que muestra la lamentable descomposición social que ha llevado a violentar a las mujeres por su condición de ser mujeres, padres, parejas o simples desconocidos que han hecho de esta desventaja histórica entre los géneros, un nicho de oportunidad para manifestar violencia.

La situación es verdaderamente alarmante, pero condenar la gravedad de la situación centrando la atención en uno o en algunos estados en una o en algunas ciudades hablaría de nuestra apatía para quien, siendo víctima, se encuentra fuera de estas cifras escandanlosas, como emergentes basta, que una mujer basta con que solamente una mujer reciba la máxima manifestación de la violencia perdiéndola vida en un feminicidio, para que los que estamos aquí estemos obligados a hacer algo.

Quienes integramos el grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, nos pronunciamos a favor del presente pronunciamiento de la Junta de Coordinación Política mediante el cual se condena la creciente tasa de feminicidios en nuestro país; pero no solamente eso, refrendamos nuestro compromiso para que la paridad de género que tanto se ha procurado en esta legislatura y en otros momentos impacte de manera positiva en la construcción de acciones y políticas encaminadas a poner un alto definitivo, un alto definitivo a la violencia de género.

Que el reconocimiento de la importancia de las mujeres no sólo sea parte del discurso, sino que verdaderamente abone a la transformación de una nación mucho más justa e igualitaria.

Esforzarse por erradicar la violencia contra la mujer no es sólo una buena idea, se convierte también en la obligación de un buen gobierno. Charlotte Bunch.

Clasificar la violencia de género como un asunto de mujeres es parte del problema, generemos conciencia, pero sobre todo generemos compromiso para que quienes aun no lo piensen hagan algo por evitar y erradicar cualquier idea de llevar la máxima violencia en contra de las mujeres.

Compañeros, la igualdad de género también es problema de ustedes y debemos estar siempre unidos. La vida de una mujer vale lo mismo en cualquier estado, por eso exigimos a las autoridades de los diferentes ordenes de gobierno, a todos los estados de la República, a los municipios de este país, que adopten un compromiso decisivo para hacer algo que verdaderamente elimine estos crimines de odio.

Leyes van y leyes vienen, programas, presupuestos y alertas de género han sido decretadas y las mujeres siguen siendo asesinadas. Que el presente pronunciamiento sirva para continuar conciliando acciones encaminadas a erradicar esta violencia y para fomentar la educación y la empatía entre personas por la vía inequívoca para construir una sociedad mucho más armónica y respetuosa, no más feminicidios.

¡NI UNA MÁS!

Es cuanto.