La situación de las niñas, niños y adolescentes en nuestro país es alarmante. No existe un sector de la población más vulnerable que éste. A pesar de los esfuerzos realizados la violencia, discriminación, exclusión y constante violación de sus derechos, nos obliga a tomar medidas eficientes.

De ahí, que necesitamos un nuevo marco jurídico que garantice el ejercicio pleno de todos y cada uno de sus derechos.

Hoy, estamos legislando a favor de 41 millones 542 mil 388 personas menores de 18 años, a quienes también estamos obligados a representar cabalmente.

Existen 18 millones de niñas y niños menores de 14 años que se encuentran en una situación alarmante de pobreza; es decir, no tienen acceso a servicios como son la educación, la salud, una vivienda digna, entre otros.

Actualmente México ocupa el primer lugar a nivel internacional en casos de bullying. Según estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCEDE) estima que 18 millones 781 mil alumnos de primaria y secundaria se ven afectados por casos de violencia escolar.

Aproximadamente 61 mil 127 niñas y niños no acompañados que intentan cruzar la frontera de los Estados Unidos, según datos de la patrulla fronteriza en 2013.

De acuerdo al informe de Maternidad en la niñez, del Fondo de la Población de las Naciones Unidas, México ocupa actualmente el primer lugar entre los países de la OCDE, en embarazos en adolescentes y jóvenes de entre 15 y 19 años, con una tasa de natalidad del 64 por ciento por cada mil nacimientos.

De acuerdo al INEGI, en México hay aproximadamente tres millones de niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años que realizan alguna actividad económica, de los cuales el 29.5 por ciento es en el sector agropecuario y en condiciones muy lamentables.  Datos que revelan la triste y cruda realidad de nuestra niñez.

Es por ello que uno de los desafíos principales que tenemos ante nosotros, es implementar la inversión estratégica y el compromiso legal de promover, proteger y garantizar los derechos de las niñas, niños y adolescentes; lo que se logrará a través de la construcción de un sistema integral e incluyente de la protección de sus derechos.

El Dictamen que hoy se discute es de altísima importancia, pues en dicha Ley se sientan las bases a través de las cuales el Estado garantiza los derechos de este sector poblacional, haciendo énfasis en temas que durante décadas han impactado de manera negativa a nuestras niñas, niños y adolescentes.

Con esta Ley, por primera vez, se hablan de las bases para las adopciones de menores, estableciendo generalidades como las características de las personas interesadas en adoptar niñas, niños y adolescentes que se encuentren bajo la tutela de las procuradurías de protección.

Asimismo, se establecen obligaciones para los diferentes órdenes de gobierno, quienes dentro de sus tareas prioritarias deberán elaborar un Programa Nacional de Protección.

Así como crear un Sistema Nacional de Protección Integral; establecer procedimientos para el combate a la violencia y el bullying; incorporar requerimientos básicos para mejorar el funcionamiento de albergues públicos y privados; garantizar los derechos de los menores migrantes no acompañados y que adolescentes embarazadas, concluyan sus estudios.

Todo ello, sin duda, representa el notable esfuerzo de la actual administración por establecer los mecanismos suficientes que garanticen la protección de los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes de nuestro país.

Es por ello, que desde mi Grupo Parlamentario, lanzamos el compromiso de respaldar con nuestro voto todas aquellas leyes que vengan a abonar en beneficio de nuestra nación.

Particularmente, coincidimos con lo establecido en la propuesta, pues a partir de ésta se comenzarán a sentar las bases para el impulso de nuevas y mejores políticas públicas.

La educación es elemental tanto para el desarrollo personal y profesional de las personas, como para el desarrollo social y económico del país; elementos fundamentales a través de los cuales se van a definir la personalidad y el estilo de vida.

Compañeras y compañeros, hoy estamos legislando para las generaciones presentes de mexicanas y mexicanos, y también para una nueva generación de ciudadanas y ciudadanas; quienes merecen todo nuestro compromiso, toda nuestra solidaridad y, sobre todo, nuestro respeto, nuestra seriedad y la mayor de nuestras responsabilidades.

Por las niñas, niños y adolescentes de nuestro país, es cuanto.

 

Muchas gracias, señor Presidente.

 

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO