Vengo a esta Tribuna, el día de hoy, a notificar al Pleno sobre el cambio en el sentido de mi voto, con el apoyo de mi partido, en el Dictamen que modifica las fracciones de los artículos 33 y 34 de la Ley General de Cambio Climático.

Como todo en la vida, cuando hay nueva y mayor información las opiniones suelen cambiar. Hemos conocido, se nos ha hecho llegar nueva información sobre las nuevas visiones de la industria automotriz, especialmente, desde sus sedes corporativas en Europa y Estados Unidos.

Mi visión y la de mi partido coinciden con el sentido de esta nueva visión del sector automotriz; debe terminarse el uso de combustible fósil, lentamente, pero hacia allá vamos.

Hay un compromiso internacional de esta industria, que no conoce fronteras, y que también sabemos que la contaminación no conoce fronteras. Ellos han entendido eso.

En mi estado Guanajuato la industria automotriz compuesta por Honda, Mazda, Toyota, General Motors y; por supuesto, Volkswagen, líder tradicional en la producción de autos pequeños y eficientes e industrias de autopartes como Pirelli y otras; en este momento son los motores económicos de mi estado y también del Centro de México.

Por esta cercanía, esta relevancia y esta coincidencia con el compromiso de rentabilidad ambiental y por qué no decirlo, por el compromiso social con los planes estratégicos de toda la Región del Centro de México, ratifico mi voto en sentido positivo sobre este dictamen.

El compromiso de estas empresas, y aquí sí les voy a pedir su atención compañeros porque esto es muy importante. El compromiso de las empresas automotrices para promover e invertir en el uso de combustibles alternos a los fósiles o de mayor eficiencia es claro.

No olvidemos que para México este compromiso está plasmado en nuestro Plan de Desarrollo 2013- 2018, y todos en México absolutamente todos, estamos comprometidos con éste.

Una pequeña anécdota, “el buen juez por su casa empieza”. La Estrategia Nacional de Energía también  incentiva el transporte público masivo y eficiente. En este sentido y congruente con la visión, vale la pena comentarles, la industria automotriz está apoyando la construcción de ciclovías dentro de sus grandes centros de construcción.

Hago mención específica del Puerto Interior, que es uno de los grandes centros de producción y armadoras del Centro de México. Ahí se están promoviendo, específicamente, la construcción de ciclovías para el uso de los empleados; estamos hablando de muchos kilómetros de ciclovías y de muchos empleados.

Por cierto, coincidimos con la opinión emitida por  la Comisión Especial de la Industria del Acero, donde participa nuestro compañero guanajuatense,  Alejandro Rangel, y que fue el origen de las modificaciones que se hicieron en esta minuta.

El dictamen original era muy agresivo, hablaba de prohibir, pero como se acordó con otras comisiones: los incentivos van primero.

Siempre es mejor utilizar la palabra incentivos que la palabra prohibición.

Las prohibiciones eran, repito, los términos iniciales del Dictamen, pero no, nos quedamos con el término incentivos y con buscar las herramientas para los incentivos y cómo armarlos.

Cierro compartiendo con ustedes la fracción XII bis del artículo 33, que más que un texto, creo, es el himno de muchos ambientalistas en México y en el mundo; que el Partido Verde Ecologista de México tiene en sus genes:   Promover e invertir en el uso de energías alternas a los combustibles fósiles por parte de automóviles particulares, tales como los de propulsión, a través de baterías eléctricas recargables, los eléctricos, que además cuenten con motor de combustión interna o con motor accionado por hidrógeno.

Porque sabemos que los automóviles eléctricos van avanzando rápido, se van haciendo cada vez más sofisticados, pero estamos hablando de los autos híbridos, como ya funcionan en algunos lugares del centro de la Ciudad de México. Hemos estado propugnando por diseñar los programas necesarios para sustituir gradualmente la flotilla de automóviles públicos por los que utilicen las energías alternas.

Muchas gracias por su atención y me quedo nada más con una pequeña reflexión: los automóviles eléctricos ya están aquí, no se pueden ir para atrás, sólo es cuestión de que vayan más rápido y que sean más baratos. La única manera para que ocurra es, a través de diseñar incentivos para que las empresas automotrices entren también en esta misma dinámica.

Gracias.

 

 

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO