Muchas gracias, con la venia de la presidencia.

Compañeros, uno de los principales problemas que vivimos hoy en México y que alteran gravemente a nuestro medio ambiente, tiene que ver con los altos volúmenes de residuos sólidos que generamos diariamente y que desgraciadamente reciben escaso o nulo tratamiento.

Los modelos de producción, los patrones de consumo actuales han provocado que en las últimas cuatro décadas, la generación por habitante de residuos sólidos aumentara en casi 200%.

Hoy, según cifras oficiales generamos 117 mil toneladas diarias de basura, esto es equivalente a generar un kilo de basura al día por habitante. El problema real estriba en que estamos dándole un manejo inadecuado o nulo a esa basura y se está ocasionando un pasivo ambiental gravísimo. El manejo inadecuado de estos residuos genera la muerte de flora y fauna, altera ciclos biológicos, contamina mantos freáticos, contamina suelos y no omito decir que también genera daños fuertes a la salud.

Según cifras del INEGI en 2014, el costo de la degradación ambiental de los residuos sólidos fue cerca de 57 mil millones de pesos, mientras que las afectaciones a la salud pública rebasaron los 26 mil millones de pesos. Esas dos cifras combinadas equivalen a casi medio punto porcentual del PIB del país, y me queda muy claro que toda política preventiva que apliquemos, sin duda, tendrá costos menores a estos.

La Semarnat ha calculado que con una inversión anual de 19 mil millones de pesos, se puede cumplir con las metas de mitigación que la legislación vigente a puesto en la materia y también con los compromisos que México ha firmado a nivel internacional para mantener el cambio climático en su mínimo

El problema de los residuos tiene dos orígenes. Uno, es la excesiva generación que rebasa la capacidad de los municipios en recolectar y darle un manejo adecuado. Y la otra, es el inadecuado manejo de los mismos a través de tecnologías contaminantes o tecnologías adecuadas pero mal aplicadas, pero también hay que decirlo, nuestro marco jurídico es laxo y el sistema de aplicación de sanciones prácticamente es inexistente.

En los 339 municipios que tenemos de más de 50 mil habitantes, solo contamos con 148 rellenos sanitarios, y todos los demás tienen tiraderos a cielo abierto o lo que denominan sitios controlados, pero de estas categorías solamente los rellenos sanitarios cumplen con todas las características técnicas para reducir la contaminación ambiental, y los otros representan una amenaza gravísima al medio ambiente.

Tenemos un déficit de cerca del 90% en la cobertura para la gestión de residuos sólidos, mediante sitios sostenibles que eviten ese pasivo ambiental.

Hay que reconocer que la Semarnat, tiene muy claro la problemática, tiene delineada una política de inversión basada en datos y áreas de oportunidad que ayudarán sin duda a paliar estos efectos nocivos. Nuestro marco jurídico vigente de igual manera es bueno en cuanto que establece metas claras y objetivos ambiciosos. Sin embargo, si no se finca un régimen de responsabilidad-objetivo directo e incluso solidario -a quienes estén obligados a verificar la implementación, la construcción de estos rellenos sanitarios- con base en la estricta observancia de las disposiciones normativas correspondientes. O bien, la debida actuación de estas medidas, por parte de las autoridades para evitar asentamientos de depósitos de residuos a cielo abierto, entonces nuestra legislación continuará inconclusa y estas políticas quedarán en una carta de buenas intenciones.

El propósito precisamente de esta iniciativa que vengo a exponer a ustedes, es atacar ese vacío que el legislador ha dejado pendiente. En consecuencia, se establece la posibilidad de que ante el incumplimiento de las respectivas obligaciones se vincule directamente a leyes civiles penales o administrativas, sin perjuicio de algún otro tipo de responsabilidades, como la de patrimonio del Estado o la que dé a lugar en la Ley Federal de Responsabilidad Ambientales a quienes caigan en esas omisiones o lo permitan.

En estas actividades, se establece la participación coordinada tanto de la Federación, los sectores, pero también de los estados y municipios. Compañeros los invito a estudiarla y a asumir ese compromiso que tenemos como país, no solo con la humanidad, pero sobretodo con las futuras generaciones de salvaguardar nuestro medio ambiente.

Estamos convencidos que con la aprobación de esta iniciativa que reforma de manera integral la Ley General de Prevención y Gestión Integral de los Residuos, se podrá abonar en esa armonización y esa sistematización de la legislación mexicana existente, y principalmente el cumplimiento de la misma en beneficio de nuestros hijos y del medio ambiente.

Es cuanto.