Compañeras y compañeros legisladores
Hoy nos reúne un hecho histórico de enorme trascendencia para la vida nacional, la promulgación del decreto constitucional para la libertad de la América mexicana, mejor conocida como la Constitución de Apatzingán, este documento marcó el nacimiento de la primera carta fundamental de nuestra nación y representó el momento en que México asumió por primera vez una conciencia plena de su independencia, a través de su promulgación se rompió, al menos de forma formal, el vínculo de subordinación con la corona española.
La libertad fue la guía que inspiró al movimiento emancipador, cuyo doble propósito, consistió en conquistar la independencia de la patria y al mismo tiempo, en asegurar el reconocimiento de los derechos del pueblo que luchaba por ella, el decreto constitucional para la libertad del América mexicana resultó ser uno de los decretos liberales más avanzados de su época y en él se encuentran plasmados de forma clara los ideales políticos que perseguía el movimiento insurgente, de sus preceptos derivan muchas de las conquistas constitucionales que hoy nos definen el reconocimiento de la soberanía popular, los derechos del hombre y la adopción de una forma que gobierna República basada en la división del equilibrio de poderes.
El espíritu democrático de esta declaración reflejó también los anhelos de justicia social que animaron el pensamiento de José María Morelos y Pavón, igualdad, seguridad, prosperidad y libertad, fueron los derechos consagrados por la carta de Apatzingán, entendidos como los pilares sobre los cuales debía fundarse el bien y la felicidad del pueblo, este acontecimientos simboliza por tanto el origen de los valores que seguimos defendiendo en la actualidad, libertad, igualdad, soberanía popular y justicia social.
Conmemorar esta fecha no es sólo un ejercicio de memoria histórica, sino también una invitación a reflexionar sobre el papel fundamental como representantes del pueblo mexicano.
Desde el Partido Verde estamos convencidos de que el legado de Apatzingán también nos llama a construir un país justo y solidario, en donde el desarrollo económico y el respeto por la naturaleza caminen juntos y donde la dignidad humana sea el eje de toda política pública.
Hoy rendimos homenaje a la primera Constitución Mexicana, a los ideales de libertad y justicia que inspiraron y al espíritu indomable de quienes soñaron una patria libre, sigamos construyendo desde el diálogo la unidad en un México que honre su historia.
Es cuanto, muchas gracias.