Con el permiso de la presidencia,

Retomamos la discusión sobre la reforma a la Ley Aduanera, debido a una importante adecuación que realizó nuestra colegisladora a la minuta que le enviamos. Nos plantea que los cambios a la ley entren en vigor el primero de enero del 2026 y no de forma inmediata, como lo habíamos contemplado.

Al respecto, y después de un ejercicio de reflexión, en el Partido Verde coincidimos con la propuesta de modificación del primer transitorio y hacemos nuestros los argumentos que la motivaron.

En particular, coincidimos con la postura de que la modificación garantiza una aplicación ordenada, gradual y eficaz de los múltiples cambios planteados en la reforma.

Es cierto que estamos ante importantes cambios en el sector aduanero y, por ello, los avances administrativos, tecnológicos y normativos requieren un margen de tiempo para asegurarnos de que se instrumenten de forma correcta.

En su momento aprobamos los cambios a la Ley Aduanera porque las aduanas, y en el sector en general, tienen algunas deficiencias que impide el correcto funcionamiento del ecosistema aduanero y, lo que es peor, han generado espacios y en donde están incluidos funcionarios y particulares abusen de la norma y del sistema para enriquecerse. Recordemos que bajo la nueva forma de gobernar no puede haber quien, al amparo de operaciones falsas o de la opacidad, cometa actos de contrabando y dañe de forma directa al erario.

Sin embargo, sí resulta necesario otorgar un margen de tiempo para la correcta implementación del nuevo sistema; una falla en dicho proceso sería en perjuicio de las cincuenta aduanas del país, así como de los miles de servidores públicos y de todos los actores del comercio exterior, como agentes aduanales, transportistas, importadores, exportadores, principalmente.

Con el aplazamiento de la entrada en vigor se podrán generar los instrumentos reglamentarios necesarios para garantizar que los nuevos procesos, figuras y responsabilidades, se orienten adecuadamente al cumplimiento de los objetivos de la reforma.

Lograremos que los nuevos mecanismos de control y de incorporación de tecnologías, resulten eficaces y contribuyan al combate de las prácticas ilícitas que ocurren en nuestras aduanas. Atacaremos los vicios que se presentan en el sector de forma estratégica y debidamente reglamentada, para que cada mercancía que ingrese al país lo haga por la vía legal, sin eludir los impuestos correspondientes.

Además, la nueva fecha de entrada en vigor ayudará a garantizar que los cambios impacten de forma directa en el sector aduanero y, consecuentemente, beneficien la situación económica de millones de personas, así como la recaudación de la hacienda pública.

La meta es la misma:

1.    Fortalecer, mejorar y modernizar la legislación aduanera mexicana. para que los actores del comercio exterior realicen sus actividades con mayor eficiencia,

2.    Incrementar la competitividad del país y combatir la evasión y elusión fiscal, y,

3.    Cerrar espacios a la subvaluación y al contrabando, mediante procedimientos más estrictos, uso de tecnología, mayores facultades de la autoridad y sanciones severas.

Ello, con una reforma que escuchó a todos; nacida, sí, de la directriz presidencial, pero que no dejó de incluir algunas de las principales preocupaciones expuestas por los participantes del sector.

Votemos a favor de un sector aduanero moderno, con un marco normativo a la altura de las circunstancias de lo que requiere el país.

Finalmente, reiteramos que el presente dictamen debe entenderse como una pieza clave en la estrategia de nuestra presidenta, enfocada en consolidar un verdadero Estado de bienestar de largo plazo y una política económica responsable y justa, donde las responsabilidades se reparten de forma clara y cada quien pague lo que le corresponde.

Por ello, atendiendo la adecuación de la colegisladora, podemos afirmar que este es el camino que debemos seguir.

Continuaremos impulsando todas aquellas reformas que brinden una mejor calidad de vida a la ciudadanía, así como aquellas que corrijan las desigualdades y los privilegios de unos cuantos.

Es cuanto, muchas gracias.