Gracias presidente:
Algunos de los miembros de esta Asamblea hemos tenido la posibilidad de ser congresistas en gobiernos fundacionales y hemos entendido que es de una generosidad política que el diseño, que el proyecto de gobierno que un presidente electo presenta al Congreso mexicano es su responsabilidad.
En mi grupo parlamentario le hemos dado vuelta a todo el dictamen y a diferencia de lo señalado anteriormente, no encontramos visos de inconstitucionalidad, lo que, si entendemos, y hay que decirlo, es que el primero de diciembre empieza una nueva historia, una historia donde hay un nuevo responsable, corrijo, un nuevo máximo responsable, de los pobres, de las injusticias, de las incapacidades, de los crímenes, de los muertos, y digo máximo responsable porque que todos somos responsables.
Y es a partir de ahí que este nuevo diseño estará a prueba y en ese nuevo diseño entendemos que aquellos que levantaron la mano y consideraron que había vicios en cuanto a la operatividad, con el paso del tiempo sabremos si tenían razón.
Mi grupo parlamentario y un servidor no le tememos ni al debate ni a las escaramuzas, he visto cosas mucho peores en este Congreso. La pasión es importante en el Congreso, siempre y cuando se mantenga el respeto, siempre y cuando no se eleve a niveles personales, pero también hay que entender que a veces nos gana la pasión y este es un tema que tiene que ver con el diseño de gobierno.
La facultad del diseño de gobierno, por simple generosidad política le pertenece al presidente electo y aquellos que somos oposición debemos ser generosos, pero si tenemos que alertar de aquello que nos preocupa en su funcionalidad, desde los "súper delegados" hasta la posibilidad de que participen en temas de seguridad pública o en el manejo de presupuesto.
Es un nuevo diseño y si esto sirve para pacificar al país, bienvenido.
