·  El diputado Juan González Lima asegura que con ayuda de las tecnologías,  este método es  alternativa para llevar agua potable a las comunidades rurales marginadas.

El agua de lluvia es la alternativa para atender la demanda de agua potable en las zonas rurales, que por su situación geográfica es difícil técnica y económicamente abastecerse  con las formas tradicionales.

Así lo reconoció el diputado Juan González Lima, quien propuso una adición a la Ley de Aguas Nacionales, a fin de  facilitar la instalación de sistemas de captación y almacenamiento de lluvia en la modalidad de ollas a nivel comunitario o cisternas domiciliarias, con base a nuevas tecnologías en el mercado.

Actualmente son 184 mil 748 comunidades con población de apenas dos mil 500 habitantes, que requieren de emprender acciones para mitigar los efectos de la marginación;  a estas comunidades se suma más población que no dispone de agua.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, revela que, en nuestro país, 9.3 millones de mexicanos, no tiene acceso al líquido vital, lo que hace necesario utilizar alternativas tecnológicas para captar y almacenar agua de lluvia indispensable para el consumo humano y de higiene personal de la población.

El legislador González Lima planteó adicionar todo un capítulo en la ley denominado "uso público rural" , ahí establece el uso de las tecnologías que como la captación de agua de niebla, es económica, de fácil mantenimiento y utiliza luz solar.

Así mismo, establece que la "autoridad del agua" realizará convenios con instituciones, organismos y organizaciones públicas o privadas, en materia de cooperación y capacitación;  será responsable de supervisar a las instituciones y profesionales que presten servicios en la adopción de tecnologías alternativas para la captación de agua para consumo humano o doméstico.

También, asume la tarea de capacitar a las comunidades rurales respecto al uso y mantenimiento de los sistemas de captación de captación de agua de lluvia, y mantendrá  coordinación permanente con las autoridades locales y la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios, para disminuir riesgos a la salud humana.

Finalmente, dio cuenta del éxito en el Estado de Morelos, donde el uso de 130  cisternas  de captación, conducción y almacenamiento de agua de lluvia de 200 litros, garantiza  la cantidad mínima de agua y el manejo de la calidad de agua disponible a nivel domiciliario.