Con la venia de la Presidencia

Para construir la paz no necesitamos conflictos, debemos cimentar consensos desde la misma paz.

Compañeras y compañeros Senadores:

Durante esta jornada de parlamento abierto para la discusión de los temas trascendentales de la Guardia Nacional, en estos días de reflexión con organismos, actores, liderazgos de nuestra sociedad, pero sobre todo, en estos tiempos de reflexión personal, el planteamiento es uno y categórico:

¿Cuál es el México que queremos para nuestras hermanas y hermanos mexicanos, para nuestros hijos, para nuestras familias y amigos, para nosotros mismos?

Hoy, el país se encuentra ante la encrucijada más compleja de nuestra historia moderna en materia de seguridad pública. Es evidente, que los elevados niveles de violencia deterioran la confianza de instituciones como la policía y el sistema de justicia mismo, pero más allá de esto, trastocan lo más íntimo de cada hogar, porque: tu hija, ya no puede caminar de la escuela a tu casa por temor a que la secuestren; tu marido, ya no sabe si lo van a asaltar saliendo del cajero o le van a robar el celular; y tú, no sabes si al salir a la calle te van a robar la bolsa o simplemente no vas a regresar a tu hogar.

Todo México nos demanda una solución a la inseguridad, y es nuestro deber valorar, en el terreno de la legalidad, todas las opciones disponibles.

La tasa de homicidios ha alcanzado niveles máximos históricos: 25 muertes por cada cien mil habitantes, ochenta y un muertos diarios. Más de 31 mil víctimas caídas en manos del crimen organizado.

Para ponerlo en perspectiva, esta cifra es mayor a los habitantes de Ciudad Ixtepec en mi natal Oaxaca. Pero lo más terrible: según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, cada cinco minutos y medio en México un delito se comete, en el que la víctima es una mujer.

Es imperdonable que mujeres vivan con miedo a salir de sus casas, de caminar por las calles, de subirse al transporte público, miedo a perder la vida por el simple hecho de ser mujeres.

Me preocupas México, por qué, ¿en qué momento se volvió normal tanta violencia,

En qué momento se volvió normal tanta muerte? ¿Cuándo se nos hizo normal ver a diario crímenes, asesinatos, desapariciones, alertas ámber? Me preocupa cada mexicana y mexicano. Por ello me ocupo, nos ocupamos todos en ser parte de la solución.

Tenemos que empezar por reconocer que la situación de seguridad en el país es alarmante. México está herido de gravedad y requiere medidas extraordinarias que garanticen a las y los mexicanos el goce pleno de los derechos y las libertades individuales.

Cada gobierno democráticamente electo, ha implementado las políticas públicas que ha considerado pertinentes en materia de seguridad. Y es nuestra responsabilidad como ciudadanos dar nuestro voto de confianza y vigilar siempre el cumplimiento a la ley.

Hoy, es preciso sumar voluntades a favor del proyecto que postula el gobierno federal, y que resulta en el beneficio de todos los mexicanos.

Sumar voluntades implica reconocer que la responsabilidad de dos mandatos fundamentales que impactan en la vida diaria de los ciudadanos recae en el titular del poder ejecutivo: la economía y la seguridad.

Y son los tres órdenes de gobierno, quienes deben corresponsabilizarse de la seguridad del país; es el ejercicio coordinado de estrategias el mecanismo indispensable para lograr lo que todos deseamos: vivir tranquilos.

En el Partido Verde estamos convencidos que la creación de la Guardia Nacional representa un importante esfuerzo del Gobierno Federal para fortalecer el Sistema Nacional de Seguridad y brindar a la ciudadanía esa tranquilidad que hoy demanda.

La Guardia Nacional nos proporciona la oportunidad de enfrentar contundentemente la crisis de seguridad que vivimos todos, de frenar la ola de violencia y comenzar a transformarla en la paz y que cada hombre y mujer de nuestra nación tenga esa paz que tanto merecen.

Es por todo lo anterior, que en el grupo parlamentario del Partido Verde acompaña una Guardia Nacional que refleje el sentir de nuestra sociedad, con las siguientes características:

• Un mando civil, incluyendo su competencia, que se apegue a la justicia civil;

• La temporalidad limitada, a no más de 5 años, de colaboración de las fuerzas armadas en materia de seguridad pública;

• Y la pronta reglamentación del uso legítimo de la fuerza, lo que significa el respeto a los derechos humanos y a los convenios internacionales firmados por nuestro país.

Ésta, es una estrategia que debe ir acompañada de leyes secundarias para lograr un sistema de justicia penal efectiva y eficiente, más sólida, que disminuya la impunidad, mediante investigación científica y que concluya con sentencias condenatorias.

Sabemos que la propuesta de establecer la Guardia Nacional por sí sola no será suficiente, pero debemos iniciar ya con este primer paso, que instaura las primeras condiciones jurídicas necesarias para:

Primero, proteger a nuestros ciudadanos y segundo, dar certeza jurídica a nuestros elementos de que el Estado mexicano respalda, en un marco de derechos humanos, su misión diaria de salvaguardar la seguridad de nuestro pueblo.

Además, debe considerar contrapesos institucionales efectivos para vigilar que la actuación de la Guardia Nacional se apegue a la legalidad y garantice la protección de los derechos humanos.

La nación reclama un frente común en contra de la delincuencia, la inseguridad y el crimen organizado. Hoy, este frente común se llama Guardia Nacional. Y es verdaderamente común, porque logramos conformarlo, de común acuerdo, todas las fuerzas políticas representadas en este Senado de la República.

Un frente, que halló puntos de encuentro, en concordia, entre las diferentes visiones que se expresan en esta soberanía. El mismo frente que hoy por unanimidad pondrá en marcha la Guardia Nacional.

Es importante reconocer, compañeras y compañeros, al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, al Presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal y al presiente de la Comisión de Puntos
Constitucionales y amigo Eduardo Ramírez por su apertura al diálogo y a los acuerdos, pero también hay que reconocer a todos los miembros de la Junta de Coordinación Política, a todos los senadores que representan a todas las fuerzas políticas de nuestra nación, que hoy damos muestra a México de que en las divergencias encontramos las coincidencias y que tenemos una sola causa común, que es transformar a México. .

En el Partido Verde nos congratulamos de esta unión para impulsar las soluciones innovadoras que requiere el México nuevo que debemos construir. Soluciones en beneficio de la seguridad de cada ciudadano, de cada pueblo, de cada alcaldía o comunidad en nuestro territorio.

Porque, pensemos seriamente amigos, mientras aquí pudiéramos rasgarnos las vestiduras y continuar en el debate de las ideas, los puntos y las comas, afuera, en nuestras calles, 120 millones de personas seguirían pidiendo a gritos una solución a la inseguridad.

Afortunadamente, todos coincidimos que la Guardia Nacional es el paso inicial para ello. Compañeras y compañeros senadores, decía el dramaturgo francés que Víctor Hugo que "el futuro tiene muchos nombres: Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Y para los valientes es la oportunidad".

Celebro que coincidamos en la altura de miras y que aprovechemos esta oportunidad: oportunidad para encontrar las causas comunes; oportunidad para decirle a México que en las divergencias encontramos las coincidencias; Y lo más importante, la oportunidad de conformar en la unidad, y con el consenso, una Guardia Nacional que le traiga a México lo que tanto anhela: la paz.

Es cuanto, señor presidente.