Muy buenas tardes compañeras y compañeros, senadoras y senadores:

La semana pasada, las ciudadanas y los ciudadanos de Estados Unidos eligieron a quien será su próximo Presidente.  A ello manifestamos en el Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México en el Senado de la República, nuestro total respeto a la decisión soberana del vecino país del norte.

Estamos ante el próximo inicio de una nueva etapa en la relación con los  Estados Unidos de Norte América, pero pareciera que el miedo y la zozobra embarga a algunos, sin embargo, los lazos de amistad, cooperación, y solidaridad, estoy seguro y convencido,   que habrán de persistir, porque no es solo un nombre quien habrá de cambiar toda una historia y tanto trabajo de tantos años de cooperación y colaboración y construcción entre ambas naciones.

Nuestro  Gobierno de la República, desde el inicio del proceso electoral en Estados Unidos, ha tomado decisiones difíciles  y algunas  impopulares, pero con sólo un objetivo: proteger a las y los mexicanos dentro y fuera de nuestro  país.

Ante discursos xenofóbicos y excluyentes, el Gobierno de México ha tendido puentes de diálogo, de entendimiento y ha destacado los beneficios de la integración entre México y Estados Unidos.

En un mundo global la competencia es entre regiones. Por ello, desde hace tiempo, México, Estados Unidos y Canadá estrechan su relación para hacer de América del Norte la región más competitiva del mundo.

Esta  integración entre México y Estados Unidos es tan profunda como ya se señalaba que supera y trascenderá esta coyuntura político electoral.

Ambos países están destinados a cooperar y trabajar de manera conjunta para construir un futuro próspero, seguro e incluyente.

El crimen organizado, el cambio climático, la migración y el comercio son  algunos de los retos globales, por lo que su solución requiere la cooperación entre los países.

Juntos Estados Unidos y México podemos superar estos retos que nos plantea el Siglo XXI. Nuestra apuesta es abrir nuevos caminos de cooperación y de prosperidad, con respeto absoluto a la soberanía de ambos países.

Una frontera competitiva es una frontera segura. Una frontera dinámica es una frontera soberana. Una frontera sin muros es una frontera próspera e incluyente, propia del Siglo XXI.

Que los discursos y los muros no minen los lazos culturales, sociales y económicos que se han gestado y desarrollado durante varias décadas.

Esta es una oportunidad de trabajar en una nueva relación positiva y de beneficio para ambas naciones.

El Gobierno de la República ha aplicado los principios de política exterior y ha actuado con objetividad ante el proceso electoral de nuestro vecino, impulsando diversas acciones para cuidar a México y proteger a los mexicanos.

Prueba de ello es que nuestra red consular en Estados Unidos se ha acercado a nuestros paisanos para transmitirles mensajes de confianza y tranquilidad, e informarles cómo evitar posibles fraudes migratorios y las provocaciones de diversa índole.

Este es un momento en que debemos de trabajar en la unidad como mexicanas y mexicanos, en los diversos órdenes de gobierno y cada uno desde nuestras responsabilidades y en este Senado de la República no puede ser la excepción.

Tenemos que iniciar a trabajar con estrategia, con unidad, no siendo simplemente reactivos a la inmediatez y la urgencia mediática sino verdaderamente planeando y proponiendo una estrategia de fondo, una estrategia que nos lleve a dar pasos firmes, pasos sólidos para verdaderamente ser de ayuda y de lograr consolidar esta relación que tenemos con el vecino país del norte.

En este sentido es importante recordar que los Tratados Internacionales, tanto en materia de derechos humanos como comerciales, se sobreponen a cualquier decisión unilateral.

Confiamos en que los diferentes poderes que componen a nuestras naciones privilegien los intereses comunes, y no exacerben las diferencias falaces.

Nosotros desde el Senado de la República haremos lo propio. Trabajando por el bien de las sociedad de ambas naciones.

Por su atención, muchas gracias. Es cuanto, señor Presidente.