Con la venia de la Presidencia.

El Golfo de California constituye una región marina y costera que alberga una cantidad impactante de especies únicas, que no se encuentran en ningún otro espacio geográfico en todo el planeta y las cuales se concentran en un área relativamente pequeña.

No en vano el explorador francés Jacques Cousteau llamó al Mar de Cortés el acuario natural del mundo, pues concentra cerca de la mitad de los mamíferos marinos conocidos en el planeta y cerca del 75 por ciento de los que habitan las costas y mares mexicanos, así como 891 especies distintas de peces y 181 aves marinas.

Es importante resaltar que el 15 por ciento de las especies que se encuentran en el Golfo de California son especies endémicas, entre las cuales se encuentra la Totoaba, una de las variedades más grandes de peces, que llega a medir hasta dos metros de largo y pesar más de 100 kilogramos.

Lamentablemente, el hecho de que la Totoaba sea un ingrediente esencial para la preparación de diversos platillos de la gastronomía oriental y que se le atribuyan propiedades afrodisíacas y curativas ha convertido a los ejemplares de esta especie en un producto muy apreciado y aunque su pesca es ilegal desde 1975, a pesar de ello existe una red de traficantes que la siguen ejerciendo para abastecer la demanda del mercado, fundamentalmente el chino.

El tráfico y venta ilegal de Totoaba es un negocio muy lucrativo, que genera jugosas ganancias para los traficantes, también ha provocado un grave problema ecológico que pone en riesgo la conservación de la especie.

En los últimos años se ha observado una alarmante reducción en el número de individuos de Totoaba, la cual se explica por diversos factores: por ejemplo, el largo proceso de maduración sexual de la especie, la degradación del hábitat y la pesca incidental, pero la presión más importante sobre su población es, sin duda alguna, la pesca furtiva.

La situación descrita ha obligado a la generación de diversas políticas públicas para proteger mejor a la Totoaba y a otras especies acuáticas cuya pesca está prohibida.

No obstante, para el Partido Verde resulta indispensable contar con una norma que sancione de modo más severo la transgresión de la veda, pues no podemos soslayar que lo que está de por medio es la extinción de una especie, que por ser endémica de nuestro país es nuestra responsabilidad como mexicanos salvaguardarla.

Por este motivo, consideramos oportuno aumentar las sanciones previstas en el artículo 420 del Código Penal Federal para efectos de desincentivar las conductas previstas en dicha norma y, paralelamente, planteamos adicionar la fracción décima del artículo segundo de la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada, con la finalidad de incluir en el catálogo de delitos, la pesca de Totoaba, lo cual fue aprobado por la Comisión de Justicia.

Sin embargo, celebramos la adenda al dictamen propuesta por la dictaminadora, en el sentido de que amplía la protección a más especies en veda permanente.

No cabe duda que con estas acciones damos un paso adelante en la protección de las especies amenazadas por la ambición del hombre y cumplimos con nuestra responsabilidad de entregar a nuestros hijos un planeta en el cual todos podemos sentirnos orgullosos de vivir en el.

Es cuanto, señor Presidente.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO