Con la venia de la presidencia.

La relevancia de conmemorar en México el Día Nacional contra el Abuso Sexual Infantil va en concordancia con la Convención sobre los Derechos del Niño, la cual establece que los Estados parte deberán adoptar todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos y explotación sexual.

Según datos de UNICEF, en nuestro país existen más de 16 mil niños y niñas que son obligados a ejercer la prostitución, siendo los destinos turísticos las zonas donde frecuentemente se presenta este fenómeno. De ahí la necesidad de crear conciencia en aras de proteger a la infancia de un problema que nos involucra a todos. Para un gobierno y una sociedad responsables garantizar el respeto y ejercicio pleno de los derechos de este grupo vulnerable debe ser una de las más altas prioridades.

Sería vergonzoso ignorar casos tan lamentables como el caso que ocurrió apenas en Acapulco, que se exhibió a un turista canadiense que abusaba en plena calle de una niña de tres años en Acapulco, con la complacencia de sus padres, quienes recibían regalos del abusador. Más indignante aún resultó que el sujeto señalado tuviera la posibilidad de obtener su libertad bajo fianza a consecuencia de las debilidades del Código Penal local.

La situación anterior retrata el contexto de la lucha en contra del abuso sexual infantil en nuestro país y le da la relevancia en la aprobación, en diciembre del año pasado, por parte de esta Asamblea del establecimiento de un día en particular para recordar lo mucho que nos falta por hacer para proteger de manera efectiva a los menores de edad.

No podemos eludir que según datos de la OCDE, México ocupa los primeros lugares a nivel mundial en abuso sexual, violencia física y homicidios en menores de 14 años. Asimismo, se ha señalado que únicamente dos por ciento de estos casos de niñas y niños abusados se conoce en el momento en el cual se presenta el abuso sexual, lo cual resulta muy preocupante, pues ello implica que existe un amplio número de menores que podrían haber sido o estar siendo abusados y no se atrevieron o no pudieron denunciar el acto, en buena medida por los obstáculos que presenta el propio sistema para la investigación, persecución y sanción de estos delitos.

No debe pasar inadvertido que los menores hoy están expuestos a la violencia y al abuso aun estando en su propia casa.

Así pues, quienes integramos el Grupo Parlamentario del Partido Verde refrendamos nuestro compromiso de combatir el tráfico de niñas y niños con fines de explotación sexual, el "grooming" y, en general, todas aquellas prácticas que atentan física y emocionalmente contra el valor más preciado con el que cuenta la sociedad mexicana: nuestras niñas y niños.

Es cuanto, señor presidente. Ni un niño más!!!


PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO