Con la venia de la presidencia; compañeras y compañeros diputados.

Todos conocemos y hemos sufrido de alguna manera un desastre natural, ya sea un temblor, una inundación, una sequía, un huracán, y en los últimos años estos fenómenos se han acrecentado como una de las consecuencias del cambio climático. Si bien el hombre no puede luchar contra las fuerzas de la naturaleza, sí le es posible gracias a los conocimientos técnicos y científicos con los que hoy cuenta, crear instrumentos preventivos para enfrentarlos, y también sobrevivir a sus efectos de una manera más pronta y eficiente.

De acuerdo con la ONU, en México durante el periodo del 2008 al 2013, dos millones de personas se vieron obligadas a dejar su lugar de origen por causa de un desastre natural. Además, con base en datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, 20 millones de mexicanos habitan en áreas que pueden sufrir fuertes impactos de huracanes y tormentas provocadas por el calentamiento global.

Con base en lo anterior, se hace manifiesta la debilidad de México frente a las consecuencias del cambio climático. En este sentido, es necesario que se establezca un marco legal favorable para fomentar el diseño de políticas públicas de prevención y mitigación, pero también cómo afrontar las consecuencias y efectos de los desastres naturales.

Es por ello, que la Comisión de Cambio Climático se aprobó incluir el concepto de resiliencia, en el Artículo 29, Fracción II de la Ley General de Cambio Climático. Este concepto es utilizado en gran parte del mundo dentro de un concepto de desarrollo urbano de las ciudades.

La Ley de Protección Civil de nuestro país lo define como: la capacidad de un sistema, comunidad o sociedad expuesta a un peligro para resistir, asimilar, adaptarse y recuperarse de sus efectos en un corto plazo y de manera eficiente, a través de la preservación y restauración de sus estructuras básicas y funcionales.

Es por ello, que la finalidad de los nuevos asentamientos humanos que se desarrollen tengan criterios de resiliencia, con la idea de que los cambios y efectos de cualquier desastre natural sean menos devastadores en cuestión de vidas, en cuestión económica, en cuestión de impacto social.

Las ciudades resilientes son el futuro del mundo y deben tener conceptos de sustentabilidad, de movilidad, de energías limpias pero sobre todo proteger a sus habitantes y de mantener la funcionalidad a pesar de la crisis que se presente. Es el momento de dar paso hacia la resiliencia y hacer las ciudades más seguras, más habitables y por supuesto, con una mayor calidad de vida para sus habitantes.

Por lo antes expuesto, la fracción del Partido Verde votará a favor del presente dictamen contribuyendo con ello, a combatir los efectos que el cambio climático nos está poniendo, y que como sociedad y gobierno tenemos que enfrentar.

Por su atención muchas gracias.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO