Muchas gracias
Es un honor para mí, poder dirigir unas palabras ante tan importante acontecimiento histórico para las mujeres, aquí en San Lázaro, y sobre todo para las mujeres veracruzanas.
La periodista Gloria Steinem, quien fuera una de las fundadoras de la revista feminista liberal, Ms, dijo: "un feminista es cualquiera que reconozca la igualdad y plena humanidad de mujeres y de hombres", palabras que representan, a manera de síntesis, la lucha que en el movimiento feminista ha tenido durante años, contra un mundo de desigualdades, al que, si bien se ha avanzado, no ha sido lo suficiente.
Por eso, me honra mucho encontrarme con ustedes en esta presentación del libro: "El camino de la paridad legislativa en el Congreso del estado de Veracruz". Y digo que me honra, no sólo por la importancia del vertido en las letras de dicha lectura, sino porque reconozco, además, en su autora, a una mujer de gran lucha, una académica, periodista valiosa, que al igual que muchas mujeres veracruzanas, cuentan con una trayectoria que no es de ahora.
Una carrera en la que ha tenido la oportunidad de observar, desde diferentes ángulos, no sólo periodístico y políticos, sino sobre todo humanos, de cómo el acceso al poder de las mujeres, más allá del discurso, ha sido una tarea sumamente difícil.
Es así que Mónica Mendoza ha logrado dar forma, a través de las letras, en esta situación de participación, inclusión y acceso a las mujeres al poder, más cuando se trata de la representación popular de los ciudadanos, quienes a través de las urnas o por vía proporcional, han llegado a lugares en donde pueden incidir, de manera directa, a las decisiones públicas.
Al respecto, es importante señalar que en esta XLV Legislatura Federal, como lo comentó nuestra compañera diputada, Yessica, en esta legislatura, se logró, por primera vez en la historia, tener de manera equitativa la representación de género, en el que sus integrantes somos 251 mujeres y 249 varones.
Esto obedece a una realidad nacional, en la cual, con una población de más de 132 millones de personas, las mujeres representamos el 50.7 por ciento de la población. Pero más allá de números estáticos y fríos, es importante entender que no sólo es la cantidad poblacional que representa al género femenino, sino las actividades pilares de la sociedad que representa una mujer en nuestro país.
Aquellas que no sólo llevan a los roles de una sociedad errada y que nos hacen trascender, como se les había definido hace décadas, con espacios muy restringidos y dejándolas solamente a las labores del hogar y al cuidado de nuestros hijos, que, sin denostar, pues es una de las actividades fundamentales para la familia y sociedades sanas, las mujeres hemos demostrado que podemos con eso y más, porque además de ser el 50 por ciento, somos la madre del resto de la población del mundo.
Arquitectas, ingenieras, contadoras, artistas, mecánicas, carpinteras, soldadoras y cualquier otra profesión o actividad técnica, no representa una imposibilidad para una mujer. Representa, más bien, la prueba y la oportunidad de que podemos con eso y podemos hacer mucho más.
Una servidora se desarrolló familiar, profesional y políticamente, en sus inicios, en un México diferente, en muchos aspectos en el que vivimos actualmente.
Pero hoy, son muchos los vicios sociales incrustados que aún no se vencen pero que vamos juntas a vencer, estoy segura, hablando, construyendo y luchando por un mundo más equitativo desde las diferentes trincheras en las que hemos y vamos a continuar participando, alzando la voz en lo público, pero también educando en el entorno familiar con la idea del respeto mutuo entre hombres y mujeres.
Por esa y por muchas razones más, hay que mirar hoy a Mónica, aquí en este emblemático salón Legisladores presentando su obra, me congratulo como veracruzana, como su amiga, con todas las mujeres brillantes, hombres que son aliados, que son paisanos, que son amigos, que reconocen el esfuerzo, el caminar de cada una, sobre todo hoy que lo vemos plasmado en este gran legado que Mónica presenta en esta casa del pueblo, de todos los mexicanos.
Me congratulo por la forma en que ha logrado plasmar la actualidad y los retos de la paridad legislativa en un estado hermoso y que lo tiene todo, nuestro querido y bello estado de Veracruz y del que, en estos días, aquí en San lázaro, hemos dado un poquitito de cada una de nuestras regiones.
Pudimos compartir con muchas personas, compañeros de todo el país, las puertas de San Lázaro estuvieron abiertas a todos, un país con toda la riqueza cultural, gastronómica y por qué, no política, de lo que hemos hecho en Veracruz.
Es por ello que te felicito Mónica, por este legado escrito que nos compartes, invitando a todos ustedes que nos honran con su presencia y también aquellos que nos siguen a través de las redes sociales y de los diversos medios de comunicación, para leer, absorber y accionar toda la enseñanza que nos comparte la autora.
Enhorabuena querida y brillante amiga Mónica, te reitero mi respeto, mi amistad, mi coadyuvancia como mujer para las causas justas que nos han unido siempre, no solamente a las que estamos aquí, sino a muchas mujeres veracruzanas que han logrado alcanzar, con tu apoyo, con tu respaldo, con tu asesoría, con tu acompañamiento, muchos espacios.
Eres una mujer brillante, eres una mujer solidaria, eres una mujer luchadora que siempre está, permanentemente, preparándose como mujer. Como veracruzana estoy muy orgullosa de ti, de que tuvieras la preferencia de hacerlo aquí, en San Lázaro y poder ser parte de esto con tus enseñanzas y tu aportación a la lucha de las mujeres.
Esto continúa, ¡qué vivan las mujeres!, ¡que viva México!, muchas felicidades Mónica Mendoza, orgullo veracruzano.