Muchísimas gracias.

 Buenos días.

 Con su venia, presidente.

Extiendo un cálido saludo a todas y todos los que nos hemos dado cita el día de hoy para refrendar la amistad entre Estados Unidos y México. En especial saludo al diputado Rubén Moreira, presidente de la JUCOPO; al diputado Miguel Torruco, presidente de este Grupo de Amistad.

 Al excelentísimo Embajador Ken Salazar, bienvenido a esta casa.

 Al diputado Luis Cházaro, al diputado Alfredo Femat, a la diputada Margarita Zavala, a la diputada Teresita Vargas, a la diputada Amalia García.

 Compañeras diputadas, compañeros diputados;

 Funcionarios de la Embajada de Estados Unidos; funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores;

 Invitados especiales;

 Bienvenidos todos.

 La conformación del Grupo de Amistad es un honor y nos llama a la mayor de las responsabilidades.

 Hoy más que nunca, la prosperidad de México y de Estados Unidos depende de la prosperidad conjunta entre ambos.

 El Covid, como lo mencionan, nos impuso el ejemplo más contundente.

 En el marco de una economía interconectada, ambos países tuvieron que encontrar alternativas para mantener activos los flujos legales de personas y mercancías, frente a los graves riesgos derivados de la pandemia.

 Por mencionar uno de tantos ejemplos relevantes, la región se encontró con una significativa reducción de microcomponentes elaborados en Asia, cuando estos bien podrían ser producidos en México y trasladados desde un corto trayecto por vía terrestre, férrea o autotransporte.

 Desafíos tan diversos como la migración que abordamos con base al Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, adoptado por 150 países ante Naciones Unidas, como también los desafíos que representan la carrera espacial, la ciberseguridad, el cambio climático o el crimen organizado transnacional, los cuales nos obligan a la mayor cooperación.

 Esta cooperación está en el corazón de los intereses de ambos países.

 Está en el corazón porque nuestras sociedades comparten los valores de la democracia y de la libertad; existen miles de familias de ambos países que encuentran oportunidades viviendo en el país vecino, además de toda una serie de anhelos y aspiraciones compartidas para vivir mejor.

 Por lo que nos une y por los desafíos que enfrentamos, debemos dejar de lado la visión de dos naciones divididas por una frontera que tratan de trabajar en armonía; para transitar a la integración de una región en la que, con respeto a sus leyes y sus culturas, y con su indispensable independencia y prioridades estratégicas, avanzan en forma cohesionada hacia la transformación de sus sociedades.

 Los Estados Unidos tienen en este Grupo de Amistad, un interlocutor convencido en la importancia de avanzar en este tipo de relación.

 Por parte del Partido Verde y en mi calidad de vicepresidente de este grupo de amistad Estados Unidos-México, nos comprometemos al trazo de una agenda permanente de reuniones de alto nivel: parlamentario, gubernamental y de sectores productivos, a fin de dar avance estratégico y corresponsable, en temas que resultan cruciales para la prosperidad y la seguridad de América del Norte.

 Al mismo tiempo, México tiene en el Embajador Salazar un importante aliado para profundizar el diálogo y el acuerdo.

 Gracias.

 Lo sé bien porque en la unión de intereses en torno a la ciencia, la tecnología y la innovación, siempre ha habido pasos firmes y concretos.

 Prueba de ello, es nuestra adhesión al Programa Artemisa. Mismo que detonará toda una cadena de valor, avances científicos y fuentes de empleo en nuestro país.

 Con el Embajador Salazar habremos de seguir avanzando en esta ruta de cambio social para una mejor calidad de vida regional.

 A esta ruta de cambio vengo a aportar la mayor promoción de diálogo y concertación a nivel local, a nivel subnacional, en mi calidad de presidente de la Conferencia de Autoridades Locales de América del Norte.

 Promoveremos visitas de alto nivel entre los más de 15 mil municipios que contamos entre ambos países para reforzar la cooperación a este nivel subnacional, donde hay muchos retos que podemos enfrentar de manera conjunta.

 Es en las comunidades donde nace la mayor interrelación, como bien lo prueban las comunidades asentadas en ambos lados de la frontera.Y subrayo: tenemos una frontera que nos une, no que nos divide. Solo con esa visión podremos generar bienestar sostenible para ambos países.

Resulta crucial legislar materias relacionadas con el capítulo digital del TMEC. El primer tratado de libre comercio que incorpora un rubro digital; así como mecanismo para garantizar el derecho de los usuarios y la libertad de expresión de los individuos.

 Sin olvidar que preserva el fortalecimiento de la seguridad ciudadana y de las operaciones estratégicas de los gobiernos.

 Por eso mi insistencia en la creación de una agencia nacional de ciberseguridad, que escale capacidades y establezca una amplia colaboración con sus pares estadounidenses.

 La mitigación de riesgos y amenazas a las seguridades nacionales se combaten con integración e inteligencia, no con alienaciones y prejuicios.

 En esta cooperación entre países amigos, hay muchos espacios de oportunidad que debemos promover y aprovechar como, por ejemplo, la agenda de trabajo para el desarrollo sustentable binacional que proponemos desde el Partido Verde.

 Sé bien también que México cuenta con importantes aliados en el Congreso de los Estados Unidos.

 Legisladores que como nosotros dejan de lado prejuicios para trabajar en unión de intereses.

 Cierro con la seguridad que el diputado Miguel Torruco, en su papel de diputado presidente, emprenderá un magnífico papel a favor de un acuerdo bilateral.

Todo esto, sin duda, en apoyo al probado compromiso que el Gobierno de México y el canciller Marcelo Ebrard han emprendido para ensanchar la relación y colaboración entre ambos países.

 Así que juntos, lograremos más.

 Gracias.

 Es cuanto, presidente.