Con su venia presidenta, con permiso de todas las diputadas y diputados presentes.

Ante las adversidades, la unidad y la solidaridad son factores importantes para salir adelante, los mexicanos nos hemos caracterizado por ello, por unir esfuerzos, por hacer equipo cuando más se requiere. Es por ello que desde esta tribuna reconozco el heroísmo de muchas personas que han puesto su granito de arena para salvar vidas, para contribuir al rescate de personas. Reconozco, también, la invaluable labor de rescate que han realizado los binomios caninos que se han sumado a la búsqueda de personas tras los sismos ocurridos los días 7 y 19 de septiembre del presente año. Frida, Evil, Eco, Titán, etcétera, se han distinguido por haber localizado a más de 80 personas entre los escombros. Son unos verdaderos héroes que no debemos dejar pasar por alto.

La protección y trato digno a toda forma de vida, en los últimos años, ha tenido un gran auge entre diversos sectores de la sociedad. La historia animalista en México comenzó de la mano de Ita Osorno, fundadora del Refugio Franciscano, a finales de la década de los años setenta del siglo pasado. Posteriormente, en los años ochenta, se logró la expedición de la primera Ley de Protección Animal.

El movimiento animalista es una corriente a nivel mundial que ha cobrado mucha fuerza y en algunos países se ha convertido ya en una poderosa influencia que inspira las agendas de partidos no sólo ecologistas, sino de diversas tendencias políticas.

En México las victorias animalistas también se han hecho presentes en 23 estados que ya han creado su propia Ley de Protección Animal, al tiempo que se han logrado reformar diversos ordenamientos a nivel federal para prohibir el uso de animales silvestres en circos y regular la crianza, venta y sacrificio humanitario de las diversas especies animales.

En la Ciudad de México se creó la brigada de protección animal como medida de prevención del delito, de esta manera se logró no sólo proteger a los animales del maltrato, sino disminuir los niveles de violencia y delincuencia, comúnmente asociados a quienes maltratan a los animales.

Pero el movimiento animalista en México va mucho más allá de las leyes que protegen el bienestar animal, pues sus miembros trabajan todos los días para sacar animales de las calles, contribuyendo con ello a la salud pública al disminuir la cantidad de heces fecales y orina que, en caso contrario, terminaría contaminando el entorno.

El movimiento animalista se ha convertido en la causa de muchos jóvenes gracias a que una de sus principales características es la incansable búsqueda de crear consciencia entre el impacto del hombre en la Tierra y sobre las diversas especies que coexisten con nosotros en ella.

Las redes sociales han generado una popularidad antes inalcanzable para los fundadores de la causa animalista, uniendo a millones de usuarios que difunden y comparten contenidos al respecto, condenando cada vez de manera más firme los actos de maltrato. Gracias a esta presión social los casos se han viralizado y los gobiernos toman cartas en el asunto, haciendo cumplir las diferentes leyes aplicables en la materia como nunca antes se había hecho.

En virtud de lo antes expuesto, como reconocimiento a todas esas personas que luchan todos los días por proteger al reino animal y lo hacen con recursos propios, sin esperar nada a cambio más allá de la satisfacción de salvar una vida, someto a la consideración de esta Honorable Asamblea el siguiente:

PROYECTO DE DECRETO PARA DECLARAR EL 3 DE OCTUBRE DE CADA AÑO COMO EL DÍA NACIONAL DEL PROTECTOR DE ANIMALES

La fecha propuesta se ha elegido por ser el día en el cual se dio el fallecimiento de San Francisco de Asís, el 3 de octubre de 1226.

Muchas gracias.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO