Con su venia señora Presidenta.

Compañeras y compañeros.

Sin duda en la actualidad, ver a una mujer votando es una acción común, todos entendemos que el voto de la mujer representa un derecho pero sobre todo una obligación. Sin embargo el voto femenino fue un logro de diversos movimientos sociales a favor de la equidad de género.

Cuando se propuso que las mujeres podían ejercer este derecho una parte de la sociedad se conmocionó por considerar que esta idea era transgresora, peligrosa, una locura para los roles de género que se tenían establecidos en aquella época, este cambio no fue fácil pero hace 63 años se logró.

Fue en el año de 1953 cuando el derecho a ejercer el voto por parte de las mujeres mexicanas se hizo posible y esta fecha dio inicio a una nueva etapa en México puesto que la participación activa de las mujeres en la vida democrática del país demuestra que somos una nación que sin duda sabe modernizarse.

Debemos recordar el 17 de octubre de 1953 como un día histórico en el país, esta fecha marca un antes y un después en la vida democrática de México y abre el camino de la inclusión para las mujeres en una actividad tan fundamental como lo es el voto.

En las elecciones del 3 de julio de 1955 se elegiría a los diputados de la XLIII Legislatura del Congreso de la Unión, en donde las mujeres acudimos por primera vez a emitir nuestro voto.

Si bien en ese año se permitió el voto de la mujer, debemos reconocer que existió un periodo de transición que no fue fácil para lograr que todas las mujeres ejerciéramos nuestro derecho, pero el día de hoy sí es reconocido y además, es reconocido como una obligación ciudadana.

Actualmente en la lista nominal contamos con un registro de 82.8 millones de votantes, de los cuales 43.1 son mujeres, es decir existimos cuatro millones más de mujeres que podemos participar en este ejercicio democrático.

La participación en la vida democrática ha ido en aumento, en el 2006 las mujeres representábamos el 51 por ciento de la lista nominal y hoy en día contamos con el 52 por ciento de la participación en esta misma lista.

El inicio también de la participación de la mujer en la vida democrática es un eslabón base para la conformación de los derechos de las mujeres, con él, cambio de una mentalidad obsoleta y que no funciona para nada.

El voto femenino fue el arranque de la inclusión y con el provinieron nuevos cambios en beneficio de las mujeres como por ejemplo la posibilidad de que las mujeres fuésemos electas a más cargos públicos.

Asimismo, ya tenemos representatividad equitativa, con el 50 por ciento de mujeres en las candidaturas al Congreso de la Unión.

Actualmente en el Senado de la República, somos el 36 por ciento de cifra mujeres muy superior al 22 por ciento que teníamos las senadoras en la sexagésima primera legislatura.

En el Partido Verde estamos convencidos que la participación activa de la mujer es un pilar fundamental de nuestro desarrollo, de nuestra sociedad, y por eso celebramos y apoyamos la lucha por los derechos de las mujeres.

Me encantaría resaltar que las mujeres no sólo somos base de la vida democrática, si no que de la vida familiar y por supuesto de la vida de acción social de nuestro país. Es importante que como ciudadanos participemos en todos los ámbitos, no solamente en el ámbito democrático, sino que la voz de las mujeres sea una voz constante de equilibrio, de buen juicio y sobre todo de mucha templanza para todas las acciones que conllevan el diálogo de las nación que quisieramos tener.

A nombre de las Senadoras y de los Senadores del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, queremos recordar a estas mujeres que tuvieron que nadar contra corriente para que el día de hoy todas las mexicanas pudieramos hacer nuestra voz escuchar a través del voto.

Y reconocemos también a las mujeres que somos el pilar fundamental en cualquier ámbito profesional en el que nos estemos desarrollando.

Es cuanto señora Presidenta.

Por su atención, muchas gracias.