EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

México es un país con una riqueza natural sobresaliente. En nuestro territorio no sólo habita aproximadamente el 10% de las especies del planeta, sino que se encuentran todos los tipos de ecosistemas, 9 de los 11 tipos de hábitat y 51 de los 191 tipos de eco regiones.Esta singular riqueza explica por qué el país ocupa el 12° lugar a nivel mundial por extensión de superficie forestal, calculada en 138 millones de hectáreas.

Además de ello, con una extensión de 629,925 hectáreas en el litoral del Océano Pacífico y 647,979 hectáreas en el litoral del Golfo de México o Mar Caribe, México ocupa el 16° lugar en la producción mundial pesquera con 1.46 millones de toneladasy el 4° lugar en producción acuícola en la región de América Latina y el Mar Caribe.

Los recursos hídricos son importantes aunque su distribución en el territorio nacional no es homogénea. Es importante señalar que en nuestro país, como producto de las lluvias se reciben 1,489 km3/año; de éstos 1,084 km3/año (72.80%) regresan a la atmósfera, 331 km3/año (22.22%) escurren por los 633,000 kilómetros de ríos o arroyos y 74 km3/año (4.96%) se infiltran al subsuelo, recargando a los 653 acuíferos. Asimismo, se reciben 48 km3/año por importación de las 8 cuencas compartidas con Estados Unidos, Belice y Guatemala y de las cuencas mexicanas se exportan 0.43 km3/año.

Sin embargo, la producción y el consumo de los diversos productos utilizados para el desarrollo de diversas actividades productivas requiere usar una importante base de recursos naturales, lo que aunado a las modalidades de los mismos genera un impacto negativo al ambiente. De hecho, el estudio más reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía indica que el costo total del agotamiento y la degradación ambiental en el país representó el 6.9% del Producto Interno Bruto en el año 2011, equivalente a más de 14,351 millones de pesos.

El impacto que generamos al ambiente no es un asunto menor. Como ejemplo podemos señalar que anualmente se emiten aproximadamente 71.2 millones de toneladas de contaminantes atmosféricos, cifra que incluye contaminantes criterio y precursores de gases de efecto invernadero. Éstos están asociados a la muerte de 14,734 personas y a 57 defunciones de niños menores de 5 años.

Por lo que al agua dulce se refiere, nuestro país padece un preocupante estrés hídrico. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que en México, en los últimos 60 años, la cantidad de agua disponible por persona ha disminuido cerca de 75%, sobre todo como consecuencia del crecimiento poblacional y de una deficiente gestión del recurso. En 1950, la disponibilidad de agua per cápita era de 17,742 metros cúbicos por año, pasando a poco menos de 11 mil en 1960 y a menos de 8 mil en 1970.  En 2010, la disponibilidad por habitante fue de 4,090 m3/año.Por otro lado, no debe perderse de vista que en el país actualmente 101 acuíferos se encuentran sobre explotados y aproximadamente el 80% de las aguas residuales que se vierten no reciben tratamiento previo, situación que puede en parte explicar por qué nuestro país tiene una tasa de mortalidad de 9.4 por cada 100 mil niños menores de 5 años.A ello se suma el que 9.52 millones de personas no cuenten con el servicio de agua potable y 11.10 millones no tengan sistemas de saneamiento adecuados.

Por otra parte, la superficie forestal afectada por incendios forestales, que en más del 50% de las ocasiones son provocados por actividades antropogénicas en el año 2013 fue de 413,215.95 hectáreas, de las cuales el 6.82%, es decir 28,170.75 hectáreas correspondieron a renuevo y arbolado adulto.

Respecto al aprovechamiento pesquero, se calcula que en el país “46.3% de los recursos están aprovechándose al máximo, se considera sobre-pesca en el 28.6% y 18.3% colapsados.”

Lo cierto es que de no garantizar una gestión sustentable de los recursos de nuestros ecosistemas, el país enfrentará un escenario complejo en el corto plazo.

Un indicador utilizado para medir el grado en que los ecosistemas productivos de la Tierra cuentan con la capacidad regenerativa para sostener las demandas de la sociedad es la huella ecológica. Este concepto surgió en la década de los años 90 del siglo XX. Cuando la demanda de recursos naturales excede los límites disponibles se dice que el consumo es no sustentable, por lo que es de esperarse que la disponibilidad de recursos para las especies silvestres sea insuficiente, con el consecuente impacto negativo para la biodiversidad y los servicios que provee, entre ellos los ambientales.

De acuerdo con el Grupo de Trabajo para la Huella Ecológica (Global Footprint Network), ésta mide “cuánta superficie terrestre (área de tierra y agua) requiere una población humana para producir el recurso que consume y absorber sus desechos usando la tecnología actual.”

El uso de este indicador, que se mide en hectáreas globales ha ganado espacios importantes, tanto que las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica adoptaron el uso de este indicador para poder cumplimentar lo dispuesto en la Decisión VII/30, concretamente lo relativo al objetivo 4. Promoción del Uso y Consumo Sustentables, la reducción del consumo insustentable de la diversidad biológica de cara al cumplimiento de las metas del año 2010 sobre la reducción de la pérdida de diversidad biológica.

Este indicador también es utilizado por el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) para la elaboración del Informe del Planeta Viviente (World Living Planet). La edición 2012 de este informe indica que el Sistema de Cuentas Nacionales de la huella ecológica en un país puede interpretarse como “la demanda humana sobre los ecosistemas en términos de la superficie utilizada para la producción agrícola, pecuaria, forestal, y de zonas pesqueras, así como el área ocupada por la infraestructura y los asentamientos humanos y la requerida para absorber el bióxido de carbono liberado por la quema de combustibles fósiles.”Si bien el agua no puede ser medida en hectáreas globales, existe asimismo el indicador de huella hídrica, que se define como: “el agua total que se utiliza para producir los bienes y servicios consumidos por los habitantes de un país.”

Sobre los resultados de la edición más reciente del Informe aludido (2014), destaca que el total del número delas especies evaluadas a lo largo de una década en los principales ecosistemas se han reducido en un 52%, como se demuestra en la tabla I. Asimismo, de acuerdo con los indicadores más recientes del Grupo de Trabajo para la Huella Ecológica, en el año 2010 “la biocapacidad total del planeta fue de 12 mil millones de hectáreas globales (1.7 hectáreas globales/persona), mientras que la huella ecológica de la humanidad fue de 18.1 mil millones de hectáreas globales (2.6 hectáreas globales/persona). Esto significa que la huella ecológica de la humanidad excedió en 50% la biocapacidaddel planeta, es decir, que a éste le toma 1.5 años regenerar enteramente los recursos renovables que las personas utilizamos o consumimos en un año.

Tabla I. Índice del Planeta Viviente (estado de las especies en los principales ecosistemas) 1970-2010

    No. de especies Porcentaje de cambio
Global Global

3,038

-52%

Temperado

1,606

-36%

Tropical

1,638

-56%

Ecosistemas Terrestre

1,562

-39%

Dulceacuícola

757

-76%

Marino

910

-39%

Zonas biogeográficas Neártica

745

-20%

Neotropical

548

-83%

Paleártica

541

-30%

Afrotropical

264

-19%

Indo-pacífica

423

-67%

Fuente: World Wildlife Fund. 2014. “Living Planet Index FAQ”. World Living Planet Report 2014 Appendix. Global Footprint Network/Zoological Society London. United Kingdom. p. 138. En: file:///C:/Users/Senado/Downloads/wwf_lpr2014_low_res.pdf. Páginaconsultada el 10 de noviembre de 2014.

A nivel nacional, en el año 2008 la huella ecológica de México fue de 3.3 hectáreas globales/persona, mientras quela biocapacidad fue de 1.4 hectáreas globales/persona, lo que nos hace un país deficitario en 1.9 hectáreas globales/persona. Cabe destacar que el componente de la huella ecológica que más se incrementó fue el del área requerida para absorber bióxido de Carbono liberado por la quema de combustibles fósiles, que representa el 51.5% del total de la huella ecológica de México.Por lo que se refiere a la huella hídrica, en el periodo 1996-2005 fue de 1,978 m3/hab/año superior en 42% al promedio mundial.

La huella ecológica de México se ha incrementado. De acuerdo con los datos disponibles del Grupo de Trabajo para la Huella Ecológica, en el año 2009, la huella ecológica de nuestro país fue de 3.4 hectáreas globales/persona, mientras quela biocapacidad fue de 1.4 hectáreas globales/persona, lo que nos hace un país deficitario en 1.9 hectáreas globales/persona.Esto quiere decir que estamos utilizando insustentablemente los recursos naturales que requerimos para el desarrollo de nuestras actividades y sustento. Más aún, los datos para 2010 (los más recientes) no son más alentadores ya que de un total de 152 países analizados, la huella ecológica medida en hectáreas/persona para nuestro país ocupa el lugar 49, destacando que la del área requerida para absorber bióxido de Carbono liberado por la quema de combustibles fósiles representa el 55% del total; es decir que, en tan sólo un año ésta se incrementó en 3.5%.Por lo que hace a la biocapacidadper cápitadel país, ésta ocupa el lugar 77,lo cual indica que formamos parte del grupo de países que continúan utilizando insustentablemente los recursos naturales a partir de los cuales muchas actividades productivas se llevan a cabo.

Consciente de lo anterior y convencida de que para contribuir al logro de la meta nacional México Próspero del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, particularmente en lo que se refiere al crecimiento verde incluyente, propongo una reforma al artículo 17 BIS de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente para garantizar la disminución del impacto ambiental de las actividades que realizan la Administración Pública Federal, el Poder Legislativo Federal y el Poder Judicial de la Federación. De forma concreta, proponemos que los manuales a que hace referencia dicho artículo, además de buscar la optimización de los recursos materiales y la reducción de costos financieros, tengan como objetivo la disminución de la huella ecológica que generan las actividades  de los poderes de la Unión.

Desde nuestra perspectiva, las instituciones del Estado mexicano tienen la responsabilidad y obligaciónde estar a la vanguardia en el impulso de acciones para garantizar un uso eficiente y sustentable de los recursos que utilizan. Y no nos referimos únicamente a los recursos presupuestales, sino a los recursos naturales.

Estamos seguros que la introducción del indicador de la huella ecológica permitirá por primera vez, a estos poderes contar con elementos mesurables, monitoreables y comparables para conocer con exactitud el impacto de sus actividades sobre el medio ambiente y estar en posibilidades de desarrollar acciones para disminuirlo. Cabe señalar que el indicador de huella ecológica cuenta con una serie de estándares cada uno sustentado en una robusta metodología, que permite combinar diferentes huellas ecológicas seleccionadas de acuerdo al enfoque del estudio institucional que se realice. Este necesariamente incorpora el cumplimiento de estándares para productos.

La alusión al concepto de gestión ambiental en la reforma que se presenta obedece a la necesidad de incidir eficientemente en el uso y consumo responsable de los tres órdenes de gobierno. Una gestión ambiental eficiente permite un uso sustentable de los recursos naturales y reduce la huella ecológica. Aunado a ello la gestión ambiental permite un paulatino desarrollo de las capacidades institucionales de estos órdenes de gobierno.

De manera paralela, proponemos señalar que los manuales de sistemas de gestión ambiental incluirán medidas para fomentar el uso de medios electrónicos y adoptar tecnologías y mecanismos que generen un consumo sustentable de energía y agua. Todo ello, de conformidad con la disponibilidad técnica y presupuestal de cada caso.

Es importante señalar que, desde su establecimiento en la LGEEPA en el año 2003, los manuales de manejo ambiental han sido una importante herramienta para reducir los costos ambientales de las actividades gubernamentales. Sin embargo, como se puede apreciar, los manuales de manejo ambiental a que hace referencia el artículo 17 BIS se concentran fundamentalmente en hacer más eficiente el uso de bienes destinados al funcionamiento de las oficinas gubernamentales, pero no en la disminución de la huella ecológica que generan sus actividades.

Mediante el fortalecimiento de los manuales se incentivará a la Administración Pública Federal, al Poder Legislativo Federal y al Poder Judicial de la Federación a hacer un aprovechamiento y uso sustentable no sólo de los recursos materiales que utilizan sino también del agua y la energía eléctrica.

Como señalamos anteriormente, la reforma propuesta es congruente con el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 ya que propicia el cumplimiento de la meta nacional México Próspero al favorecer el crecimiento verde incluyente.

Por otra parte, la reforma propuesta contribuirá a cumplimentar las disposiciones del PND 2013-2018, en concreto la estrategia 4.44.1 relativa a la implementación deuna política integral de desarrollo que vincule la sustentabilidad ambiental con costos y beneficios para la sociedad. Ello mediante la promoción del uso y consumo de productos amigables con el medio ambiente y de tecnologías limpias, eficientes y de bajo carbono.

A partir de esta iniciativa también se dará cumplimiento al Objetivo 1 del Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales 2013-2018, relativo al crecimiento sostenido y sustentable de bajo carbono con equidad y socialmente incluyente. El Programa Sectorial contempla al menos tres líneas estratégicas con las que la reforma propuesta es compatible: (1) brindar una mayor atención al tema de producción y consumo responsable en la agenda transversal; (2) la promoción de sistemas eficientes de manejo ambiental y (3) el fomento del gobierno sustentable (consumo de bienes elaborados con estándares de sustentabilidad).

Aunado a lo anterior, la reforma propuesta es congruente con lo dispuesto por la fracción IX del artículo Décimo Primero del Decreto que establece las medidas para el uso eficiente, transparente y eficaz de los recursos públicos, y las acciones de disciplina presupuestaria en el ejercicio del gasto público, así como para la modernización de la Administración Pública Federal, relativo al fomento de la reducción de uso de papel, a través de la utilización de formas pre codificadas, formatos electrónicos y gestión electrónica de documentos.

Por último, es necesario comentar que la propuesta de reforma al artículo 17 BIS complementa lo dispuesto por el artículo 17 TER que promueve la captación de agua pluvial para utilizarla en baños, las labores de limpieza de pisos y ventanas, el riego de jardines y árboles de ornato. Con ello se reduce la demanda de agua potable y se evita la sobre explotación de mantos acuíferos. Como se aprecia el objeto de este artículo no es hacer un uso eficiente del agua que se suministra a los inmuebles públicos mediante la red hídrica, sino aprovechar el agua de lluvia.

Lo cierto es que la reducción del consumo está estrechamente vinculada a una mejor elección de los recursos materiales que cumplen con criterios ambientales y que tienen beneficios paralelos como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la reducción de residuos sólidos urbanos.

En atención a lo anteriormente fundado y expuesto, someto a consideración de esta Honorable Asamblea la siguiente iniciativa con:

PROYECTO DE DECRETO

ÚNICO.- Se reforma el artículo 17 BIS de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, para quedar como sigue:

ARTÍCULO 17 BIS.- La Administración Pública Federal, el Poder Legislativo Federal y el Poder Judicial de la Federación, expedirán los manuales de sistemas de gestión ambiental, que tendrán por objeto la optimización de los recursos materiales con el fin de reducir costos financieros, así como la disminución de la huella ecológica de sus actividades.

Los manuales de sistemas de gestión ambiental incluirán medidas para fomentar del uso de medios electrónicos y adoptar tecnologías y mecanismos que generen un consumo sustentable de energía y agua. Lo anterior, de conformidad con la disponibilidad técnica y presupuestal de cada caso.

Transitorio

Artículo Único.- El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Salón de sesiones del Senado de la República a los  días del mes de abril de 2014.

Suscribe

ninfa

Sen. Ninfa Salinas Sada.


Neyra González, L. y Durand Smith, L. 1998. “3.3 Causas de la gran biodiversidad de México. “ Biodiversidad. La Diversidad Biológica en México: Estudio de país. México, pp. 66 y 69. En: http://www.biodiversidad.gob.mx/publicaciones/librosDig/pdf/divBiolMexEPais4.pdf. Página consultada el 7 de abril de 2014.

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FAO. 2012. “Tabla 6. Los diez principales productores acuícolas por regiones y a nivel mundial en 2010.” El Estado Mundial de la Pesca y la Acuacultura 2012. Roma, p. 32. En: http://www.fao.org/docrep/016/i2727s/i2727s.pdf. Página consultada el 7 de abril de 2014.

Debido a las características geográficas, orográficas e hidrológicas del país el agua se distribuye de manera desigual a lo largo del territorio nacional, pues casi tres cuartas partes de la población mexicana viven en regiones y comunidades donde el líquido es escaso. Basta decir que, de acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), las regiones norte y centro de México, que en 2009 albergaban al 77% de la población, sólo tenían el 32% del agua disponible; En contraste, la región sureste, que albergaba en ese momento al 23% de la población mexicana, gozaba del 68% de la disponibilidad nacional del líquido.

Comisión Nacional del Agua. 2013. Estadísticas del Agua en México 2012. “Agua Renovable”. México, p. 13. Comisión Nacional del Agua et.al. 2012. El reto hídrico en México. Una carta de navegación. México, p. 13.

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Por biocapacidadse entiende la capacidad de los ecosistemas para producir materiales biológicos utilizables (que demanda la economía humana año con año) y para absorber los residuos generados por los seres humanos utilizando los sistemas de manejo y las tecnologías de extracción actuales.Se mide en hectáreas globales. Ver. The Global Footprint Network. 2014. “Glosario”. En: http://www.footprintnetwork.org/es/index.php/GFN/page/glossary/. Páginaconsultada el 9 de abril de 2014.

Ídem.

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Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. 2013. Op. Cit. p. 274.

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