Buenas tardes legisladoras y legisladores.

Las diputadas y diputados del Partido Verde Ecologista de México aprobaremos el dictamen que modifica la Ley General del Trabajo, la Ley de los Trabajadores al Servicio del Estado y la Ley Reglamentaria del artículo 123 Constitucional, a favor de las mujeres y nuestros hijos.

Es un avance pero es un mínimo cambio.

La iniciativa que presentamos en el Partido Verde señalaba la necesidad de ampliar el tiempo de licencia de maternidad de las 12 semanas, que establece la ley, a 18 semanas en total, mes y medio más, para que el recién nacido pudiera recibir de su madre los cuidados necesarios, por lo menos durante tres meses luego de su nacimiento.

Y son solo tres meses en total, antes y después, cuando en otros países hay incluso un año o dos años de licencia de maternidad.

La iniciativa que presentamos también busca que las mujeres trabajadoras tuvieran la oportunidad de llevar a cabo este proceso de lactancia con la seguridad de que no perderían el trabajo y de que retomarían su empleo sin discriminación por la necesidad de alimentar a sus hijos.

Parece que la cuestión de fondo es que no hay presupuesto para sustentar el pago de la nómina sin la correspondiente jornada laboral.

¿Es un tema de voluntad o es un tema de dinero?

¿Cuánto dinero, entonces sería suficiente para poder garantizar el derecho a la salud de las mujeres y de los recién nacidos en México?

¿Cuánto cuesta el bienestar de una mujer y de un recién nacido en nuestro país?

Por otro lado, parece que hay un problema similar por parte de los patrones, quienes claramente no están dispuestos a cumplir con la obligación de otorgar el derecho a la seguridad social suficiente, a las mujeres trabajadoras en México porque ni siquiera nos otorgan las 14 semanas de licencia de maternidad que establece la Organización Internacional del Trabajo de la que, por cierto, México es parte.

Los patrones conceden 12 semanas de licencia, seis semanas antes y seis semanas después del parto, como si fuera su prerrogativa y no un derecho ampliamente reconocido por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Diputadas y diputados, estamos discutiendo un dictamen que atiende seis iniciativas de diferentes grupos parlamentarios en los que el común denominador era aumentar el periodo de lactancia.

Buscábamos lo mismo, con diferencia de semanas, pero todos en el entendido y conocimiento de que la lactancia y el vínculo de la madre con su hijo es fundamental para el desarrollo y bienestar de nuestra sociedad.

Sin embargo, luego de meses y meses de deliberaciones, el resolutivo ha sido no aumentar y tan solo otorgar como "dádiva" la posibilidad de la madre de distribuir cinco de las seis semanas para después del parto.

Asimismo, nos indigna que en el caso de que el bebé haya nacido con alguna discapacidad, tampoco se les otorgan más semanas a las madres para poder atender la vulnerabilidad de sus hijos.

Por si fuera poco, se establece el absurdo horario para amamantar en el lugar de trabajo, también, como si fuera una cuestión de minutos y horas exactas en la alimentación que puede dar la madre y que el bebé debe recibir en una jornada laboral de siete horas que marca la ley le otorgan a la mujer la posibilidad de amantar a su hijo durante una hora en el lugar de trabajo.

Para algunos es un avance, para nosotros en el Partido Verde básicamente quedamos igual.

El embarazo no es una enfermedad, el proceso de lactancia no es un capricho.

Las mujeres tenemos que alimentar a nuestros hijos y también necesitamos un trabajo remunerado que nos permita desarrollarnos con igualdad dentro de la sociedad.

Se espera de nosotros diputadas y diputados, que legislemos por la igualdad y la no discriminación; para construir un país desarrollado e igualitario debemos apoyar la salud de las mujeres y de nuestras hijas e hijos.

En el Partido Verde Ecologista de México, consideramos que las cinco semanas concedidas actualmente por la ley, para el periodo de lactancia, son insuficientes para garantizar la salud y el futuro bienestar de la madre y la del recién nacido. Son insuficientes para lograr la independencia económica de las mujeres y de sus familias.

No claudicaremos en la búsqueda de garantizar este derecho a la salud y al trabajo justo en México. Insistiremos porque la licencia de maternidad procure la salud de todos y sea un instrumento que abona a la igualdad de género en materia laboral, así como al empoderamiento de las mujeres.

Y para ello, hemos presentado una reserva en el artículo 28 en la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, reglamentaria del apartado B del artículo 123, constitucional también.

Es cuanto.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO