Con el permiso de la presidencia;

Compañeras y compañeros legisladores,

Hago uso de esta tribuna a nombre del diputado Javier Herrera Borunda y de mi coordinador, diputado Carlos Puente, quienes presentaron la iniciativa motivo del dictamen que hoy discutimos.

Este nace de la convicción de que la transparencia no puede quedarse en el discurso, ni en las buenas intenciones, tiene que traducirse en acciones concretas, en reglas claras y en instituciones fuertes, que respondan al mando ciudadano de abrir las puertas del gobierno y mostrar con claridad que se hace con los recursos públicos.

Esta reforma busca mejorar la manera en que garantizamos el derecho de todas y todos a saber qué está haciendo el gobierno, no se trata de un derecho abstracto o decorativo, se trata de un derecho que nos permite ejercer otros, que nos de herramientas para exigir cuentas, para señalar fallas y para fortalecer la confianza entre la ciudadanía y las instituciones.

El objetivo de esta propuesta es sencillo dotar a la Unidad de Evaluación y Control de la Cámara de Diputados de mejores instrumentos para desempeñar su labor, especialmente cuando de revisar la actuación de la Auditoría Superior de la Federación, se trate.

No estamos inventando nada nuevo, ni buscando reinventar el sistema, lo que proponemos es simple, es armonizar nuestras leyes con las reformas constitucionales y con las nuevas disposiciones generales que en su momento aprobamos en materia de transparencia y protección de datos.

Es cierto que la Auditoría Superior de la Federación ya tiene obligaciones en este terreno, nadie lo pone en duda, pero en cualquier sistema democrático sano quien fiscaliza, también debe estar bajo observación, porque el poder de revisar de auditar y de señalar no puede ejercerse sin contrapesos, de eso, se trata un sistema de rendición de cuentas de qué nadie quede fuera del alcance de la vigilancia ciudadana y parlamentaria.

En ese sentido, la transparencia no puede ser una simulación, no basta con subir miles de documentos a portales electrónicos, si esos documentos son incomprensibles, inservibles o tardíos la transparencia real, es aquella que permite a las y los ciudadanos acceder a información clara, útil y oportuna, sólo así podemos hablar de un verdadero ejercicio de rendición de cuentas, sólo así podemos cerrar la puerta a la opacidad y a la discrecionalidad, pero sobre todo a la corrupción.

Estas modificaciones fortalecen una pieza clave del sistema de control del país, con ellas damos un paso más para que la información fluya, para que exista la certeza de qué cuando las cosas no se hacen bien, habrá consecuencias y sobre todo para que los derechos de todas y todos se respeten, no olvidemos que la democracia no se sostiene únicamente en el voto, se sostiene también en la confianza y en la certeza de qué las instituciones trabajan con apertura, pero sobre todo con responsabilidad.

No podemos hablar de un combate real contra la corrupción, si no aseguramos el acceso a la información, la transparencia y la rendición de cuentas no son un accesorio, ni un lujo, son la base de la democracia y sin ellas, las instituciones se debilitan, los ciudadanos desconfían y el tejido social erosiona. Con ellas, en cambio, se construyen mejores gobiernos y se genera un círculo virtuoso de confianza, participación y responsabilidad compartida.

Concluyo no sin antes, aprovechar este espacio para reconocer el trabajo de la Comisión de Transparencia y Anticorrupción y en particular de su presidente, el diputado Ricardo Mejía Berdeja, su compromiso técnico y responsable ha enriquecido de manera notable esta iniciativa, gracias a esta labor colegiada hoy presentamos una propuesta sólida, coherente y encaminada fortalecer nuestro sistema de rendición de cuentas.

Finalmente, los invito a respaldar este dictamen con la convicción de que no estamos legislando para una coyuntura pasajera, sino para fortalecer de manera permanente las bases de nuestra democracia, con esta reforma reafirmamos nuestro compromiso con la ciudadanía, con la rendición de cuentas y con la construcción de un México más justo, abierto y más responsable.

Es cuánto, muchísimas gracias.