Con el permiso de la Presidencia;

Me presento ante esta honorable tribuna para abordar un asunto que no puede esperar más, me refiero a la protección de los animales en nuestro país. Un tema que, más allá de ser una cuestión legislativa, nos invita a reflexionar sobre el respeto y la responsabilidad que tenemos hacia aquellos seres vivos con los que compartimos nuestro planeta día con día.

El maltrato animal es un desafío ético y social de gran calado que exige nuestra intervención inmediata para garantizar un trato digno y justo hacia todas las especies con las que coexistimos. El presente dictamen propone elevar a rango constitucional la protección y el bienestar de los animales.

Esta reforma es el reflejo de un creciente consenso en nuestra sociedad sobre la necesidad de regular de manera más efectiva la relación de los seres humanos con los animales, reconociendo sus necesidades de protección y cuidado.

En términos internacionales, México ocupa el tercer lugar a nivel mundial en cuanto a maltrato animal, y el primer lugar en América Latina. Esta es una realidad que no podemos ignorar. A nivel nacional, la situación es aún más crítica. El 70% de los perros y el 60% de los gatos en México viven en situación de calle, expuestos a enfermedades, hambre y maltrato. Lo anterior, nos obliga a enfrentar nuestra responsabilidad de ofrecer soluciones estructurales para garantizar su bienestar.

En la Ciudad de México, las denuncias de maltrato animal también nos revelan una grave crisis. En 2019 se presentaron mil 850 denuncias por maltrato animal y solo en los primeros meses de 2024, ya se han registrado 487 denuncias.

Además, entre 2020 y 2022, el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México atendió más de 17,600 reportes de maltrato animal. El 87% de estos casos estuvieron relacionados con perros, el 6.1% con gatos, y el resto con animales de abasto y animales silvestres.

Los motivos más reportados de maltrato son la falta de alimento, agresiones físicas, mantener animales amarrados y el abandono. Estos datos nos muestran que el maltrato animal es una cuestión estructural, vinculada a la falta de educación y sensibilización, así como a la ausencia de un marco legal eficaz para proteger a los animales.

Ante esta situación, la reforma propuesta es una necesidad urgente. En Europa, países como Suiza, Alemania y Eslovenia han avanzado significativamente en la protección de los animales, estableciendo en sus constituciones la obligación de proteger a los animales de la crueldad y el maltrato.

De hecho, la Ley Fundamental de Alemania establece que el Estado tiene el deber de proteger a los animales y Eslovenia ha reconocido expresamente el derecho de los animales a la protección frente a la crueldad.

En Hungría, Eslovaquia y Suecia, la protección animal se asocia directamente con la protección del medio ambiente, reconociendo a los animales como parte integral de nuestros ecosistemas y la obligación de ser tratados con respeto y cuidado.

México, por su parte, aún no ha incorporado de manera explícita el concepto de protección animal en su Constitución. A pesar de la existencia de leyes y normativas que buscan regular el maltrato animal, estas no están suficientemente consolidadas en el ámbito jurídico del país.

Por ello, la reforma propuesta en el dictamen se convierte en un paso crucial para garantizar la protección integral de los animales. Esta reforma no solo pretende crear un marco normativo más robusto, sino también impulsar una cultura de respeto y educación animalista.

Si bien, el Estado mexicano tiene un sistema jurídico que establece las bases para la protección de los animales, es necesario que se eleve la prohibición del maltrato animal a rango constitucional. Esto no solo fortalecerá las leyes existentes, sino que también obligará al Estado a cumplir con su responsabilidad de crear políticas públicas efectivas para la protección y cuidado de los animales.

En el grupo parlamentario del Partido Verde votaremos a favor del presente dictamen porque representa un acto de justicia y compromiso con los seres vivos que comparten nuestro planeta. Es nuestra responsabilidad construir una sociedad más humana, más ética, y más respetuosa con los derechos de todos los seres vivos.

Muchas gracias, es cuanto.