Con el permiso de la Presidencia;
Hablar sobre hechos históricos, así como de la vida y obra de destacados personajes, indudablemente nos hace coincidir en el recordatorio de sus principales hazañas, legados y contribuciones a la historia mexicana.
Francisco Ignacio Madero González, coahuilense, nacido en el seno de una de las familias más influyentes, compuesta por políticos y empresarios, acreedor al sobrenombre de "apóstol de la democracia", estudioso de la agricultura, la administración y el derecho mercantil, tanto en Estados Unidos como en Francia, en donde, se sabe, adquirió su gusto por la doctrina espiritista.
Para 1911, con la renuncia de Porfirio Díaz, se abrió en México un periodo de enormes expectativas de cambio, abriendo la puerta a las propuestas hechas por Madero, en donde encontraron coincidencias distintos grupos sociales y partidos políticos, no obstante, sólo pasaron quince meses para que su gobierno cayera sin que nadie emitiera una defensa a su favor.
Especialistas, han señalado que pese a su audacia, Madero cometió tres grandes errores: confiar en Huerta a pesar de los señalamientos hechos por su propio gabinete y personas más cercanas que le reprochaban tanta confianza en un hombre el cual, era un secreto a voces, pretendía traicionar.
Contrariamente, la desconfianza hacia su hermano Gustavo, fue una de las críticas que hasta el momento recibe, pues éste fue uno de los más insistentes en hacerle ver la deslealtad de Victoriano Huerta, buscando protegerlo aquella madrugada de 1913, en donde, según la historia, desarmó al traidor y lo entregó al Presidente, sin embargo, y sólo después de unas cuantas súplicas, sin fundamento, Madero le devolvió su arma y le pidió que demostrara su lealtad en veinticuatro horas.
Fortalecido, Huerta cobró venganza asesinando al hermano del Presidente, cuyos relatos, menos atroces, indican que le dispararon y le sacaron el único ojo con visión que tenía, sin embargo, existen argumentos de mayores lesiones y vejaciones cometidas en su contra.
Finalmente, el no considerar la opinión de Pino Suárez, fue la tercera de sus equivocaciones, éste le había advertido sobre la revuelta que buscaba su muerte, sin que fueran escuchadas sus advertencias.
Pino Suárez también fue asesinado, no obstante, su muerte no fue provocada por la ingenuidad y orgullo, sino por lealtad a sus principios, acompañando hasta el último momento al Presidente.
Compañeras y compañeros, recordar la muerte de este emblemático personaje, nos permite conocer sus aportaciones y curiosidades que nos deja entender mejor la historia.
Sí, Madero fue un propulsor de la democracia, pero también fue un hombre de grandes muestras de sencillez y humildad para con las personas que lo ayudaban; se caracterizó por buscar una mayor justicia social, retribuyendo con buenos salarios a sus trabajadores y estableció escuelas de enseñanza básica, comedores públicos y un hospital. Además, aprendió y ejerció la homeopatía para ayudar a los jornaleros de su hacienda.
Estos y otros datos convierten a Francisco Ignacio Madero González en uno de los íconos de la historia de nuestro país, indudables son sus aportaciones, que hasta el día de hoy forman parte de nuestra vida en la política, pues como bien lo acuñó, hay que estar más orgullosos por las victorias obtenidas en el campo de la democracia, que por las alcanzadas en los campos de batalla.
"Al conquistar nuestras libertades hemos conquistado una nueva arma, esa arma es el voto... "Sufragio efectivo, no reelección".
Por su atención, muchas gracias. Es cuanto.