Buenas tardes, compañeras y compañeros legisladores.

Saludo cordialmente al Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello y a los demás consejeros y funcionarios electorales aquí presentes.

Señor Consejero Presidente, apreciamos su apertura al diálogo, este ejercicio establece un precedente en nuestra historia democrática y es la oportunidad adecuada, tanto para la autoridad electoral como para el poder legislativo, de cimentar un futuro con instituciones más sólidas y robustas en el ámbito electoral.

Sin lugar a dudas, el Instituto Nacional Electoral ha tenido un papel fundamental en el desarrollo de la cultura democrática de nuestro país. Desde la expedición de credenciales de elector, hasta la organización de elecciones, son tareas que han fortalecido la confianza ciudadana en esta institución.

Esta confianza es necesaria para asegurar elecciones libres, pero no es suficiente sino cuenta con la participación activa y constante de los ciudadanos en la toma de decisiones.

En los últimos años, la democracia mexicana ha dado cuenta de grandes avances en la incorporación de procedimientos de participación ciudadana, hoy en día nuestra Constitución reconoce el derecho de los ciudadanos a iniciar leyes, a votar en consultas populares y a participar en los procesos de revocación de mandato.

Estos derechos son el resultado del esfuerzo que generaciones pasadas hicieron por lograr una mayor apertura del poder público, en donde el ciudadano estuviera en el centro de la deliberación e influyera directamente en los temas de trascendencia nacional.

Entendemos que las tareas que lleva a cabo el Instituto Nacional Electoral requieren de una gran cantidad de recursos humanos y materiales para realizarse, los cuales deben administrarse de la manera más eficiente dadas las condiciones económicas y políticas actuales.

Hoy, las y los mexicanos queremos un régimen cada vez más democrático, que nos permita elegir libremente a nuestros gobernantes y representantes, pero también que cueste menos, que sea más eficaz.

En nuestro grupo parlamentario entendemos que el mandato ciudadano es el de la austeridad y la racionalidad republicanas, que liberen al ejercicio de los recursos públicos de los vicios que tanto laceraron en el pasado la confianza de las y los mexicanos en las instituciones del Estado.

Al mismo tiempo, se debe cumplir cabalmente con la instrumentación de las figuras que buscan incrementar la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones públicas, como lo es el derecho de las y los mexicanos a participar en los procesos de revocación del mandato.

En este sentido, querido presidente consejero, quisiera que nos explique, ¿Por qué el INE calcula que el proceso de revocación de mandato costará más de 3,800 millones de pesos y qué puede hacer el Instituto para reducir el costo del mismo?

Es cuanto, muchas gracias.

 

Réplica

Señor consejero presidente, le agradezco mucho por sus respuestas y de nueva cuenta le reitero nuestro reconocimiento por su apertura al diálogo con esta soberanía.

Nuestra democracia está lejos de ser una democracia ideal, pero tenemos la aspiración de construir un sistema político de instituciones y ciudadanos comprometidos con los valores y principios democráticos y al mismo tiempo comprometidos con el principio de austeridad como política no de un gobierno, sino del Estado mexicano.

Entendemos que los procesos de democracia directa son de gran utilidad para que los ciudadanos sean los protagonistas en la toma de decisiones fundamentales para el país y estamos conscientes de que su instrumentación implica designar recursos presupuestales suficientes.

Estamos a favor de los mecanismos que permitan un mayor involucramiento de los ciudadanos en la toma de decisiones públicas, por ello aprobamos la incorporación de la figura de Revocación de Mandato en la Constitución y aprobamos también la Ley Federal que la regula, porque no tenemos duda de que, con ello se revitaliza nuestro régimen político.

No concebimos una democracia en la que no se escuche la voz de los ciudadanos, ello es inherente a los regímenes auténticamente democráticos, sin embargo, se debe señalar que estos se caracterizan también, por el uso racional de los recursos que son del pueblo.

En este sentido, en el Partido Verde reiteramos nuestra convicción de que se puede hacer más con menos, de que se pueden encontrar alternativas para que la democracia que con tanto esfuerzo hemos construido nos cueste menos, sin que ello sea un obstáculo para el ejercicio del derecho de las y los mexicanos a participar de manera más activa en las decisiones públicas y en el control político de quienes gobiernan.

Es cuanto, muchas gracias.