Con la venia de la presidencia;

Buenas días, compañeras y compañeros diputados.

A nombre del Grupo Parlamentario del Partido Verde doy la bienvenida a este recinto al Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, quien aunque no está presente, a través de sus funcionarios, la jefa del Sistema de Administración Tributaria y al señor Procurador Fiscal hoy nos acompañan con el objetivo de llevar a cabo el análisis del Paquete Económico para el año 2022.

Como sabemos, el Régimen Simplificado de Confianza busca disminuir los costos de cumplimiento para los contribuyentes y facilitar el pago de los impuestos a través de la simplificación administrativa, sin embargo, éste ha generado mucha preocupación ante las bajas tasas de cobro del Impuesto sobre la Renta que se proponen para las personas físicas, por lo que dicho régimen ha generado entre algunos sectores dudas debido a la inexistencia de deducciones para este tipo de contribuyentes.

De acuerdo con lo planteado en la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación, las nuevas tasas para las personas físicas oscilarán entre 1 y 2.5 por ciento; de modo tal que si una persona física gana anualmente hasta 300 mil pesos la tasa será de 1 por ciento; si gana hasta 600 mil pesos la tasa subirá al 1.1 por ciento; y así sucesivamente hasta llegar a los 3.5 millones de pesos, caso en el cual se cobraría el 2.5 por ciento de impuesto.

Con base en esto, algunos especialistas señalan que las modificaciones de este nuevo régimen establecen que los contribuyentes determinarán los pagos de sus impuestos sin incluir el IVA y sin aplicar deducción alguna. Si bien sabemos que las tasas de ISR son accesibles, pareciera que las personas físicas tendrían que olvidarse de las deducciones bajo este nuevo régimen.

Por otro lado, algunas asociaciones comerciales han señalado que las propuestas planteadas en materia fiscal en el Paquete Económico para el año siguiente no solo establecerán mayores cargas, sino que limitarán deducciones a los contribuyentes cautivos y atentarán contra la justicia tributaria, además de ser permisivas con la informalidad.

En este sentido, mis preguntas a los señores funcionarios son las siguientes: ¿Por qué resultaría más atractivo para los contribuyentes un nuevo Régimen Simplificado de Confianza en comparación con el Régimen de Incorporación Fiscal? ¿Cómo se garantizará que el nuevo régimen sea realmente un incentivo para el cumplimiento de las obligaciones fiscales y no para la informalidad?

Por su atención, muchas gracias