Con la venia de la Presidencia.

Indudablemente, uno de los mayores problemas que enfrentamos a nivel mundial es la afectación al medio ambiente y las consecuencias derivadas de ello. Si bien es cierto que nos encontramos en un contexto de emergencia sanitaria, no debemos olvidar que la amenaza del cambio climático persiste, y lejos de dar tregua, se agrava con el paso de los días.

La emergencia climática es un gran problema de trascendencia global, pero cuya forma más eficiente de combatir y prepararse para enfrentar sus efectos, es mediante esfuerzos locales, confeccionados a pequeña escala, teniendo como principal objetivo, la minimización de los peligros para las poblaciones más vulnerables.

La ciencia lo ha dicho tajantemente: el momento de actuar es ahora, el reloj climático avanza, y el desastre es inminente; por lo que las naciones deben enfocar sus esfuerzos hacia políticas de adaptación, regeneración y resiliencia.

Es así que, dada la innegable existencia de este fenómeno, resulta por demás necesario afrontar la situación a través de la implementación de mecanismos que propicien el desarrollo de las capacidades de adaptación de las comunidades y ciudades con mayor potencial de riesgo; partiendo sí, de un esfuerzo por concientizar a la población sobre su existencia y peligros; pero sobre todo el generar las condiciones para impulsar el desarrollo de acciones y herramientas que permitan afrontar de manera eficiente los fenómenos derivados del cambio climático, así como la mitigación de sus efectos adversos en las poblaciones humanas y ecosistemas de los cuales éstas dependen.

En este sentido, el acceso a la información, la capacitación y la educación, tal y como lo establecen los diversos instrumentos internacionales en materia ambiental de los que México es parte, constituyen el elemento clave para que tanto los Estados y Municipios cuenten con las herramientas y criterios técnico-normativos, para hacerle frente a un fenómeno, cuyos efectos evidencian y acentúan las desigualdades de las diferentes regiones del país.

Por tal motivo,celebramos que la Comisión que dictamina, haya coincidido con nuestra propuesta para robustecer el Atlas de riesgo y vulnerabilidad como un documento cuyo principal fin, es ser el oportuno y más importante instrumento de prevención de desastres, producto de los fenómenos climáticos.

Lo anterior,considerando que la Ley General de Cambio Climático, consagra dentro de las bases de la política nacional en materia de adaptación,el reducir la vulnerabilidad de la sociedad y los ecosistemas frente a los efectos del cambio climático; así como el fortalecimiento de la resiliencia y resistencia de los sistemas naturales y humanos.

En función de ello con esta modificación se logra que la información del Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático se considere de manera vinculante en los diferentes órdenes de gobierno, como el instrumento que contempla la mitigación, prevención del riesgo y adaptación, garantizando con ello la prevención y reducción de riesgos de desastres.

Por todo ello, a nombre de quienes integramos el Partido Verde Ecologista de México y los diputados que suscriben una de las iniciativas que da origen al presente, anuncio nuestro voto a favor del dictamen de la Comisión de Medio Ambiente, Sustentabilidad, Cambio Climático y Recursos Naturales, por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Cambio Climático en materia de elaboración y actualización del Atlas Nacional de Vulnerabilidad, así como el brindarle un carácter vinculatorio, a fin de garantizar su uso e instrumentación para hacer frente a al cambio climático.

Esperando contar con su apoyo para la aprobación del mismo, agradezco a todos su amable atención.

Es cuanto Presidenta.

PARTIDO VERDE