Diputado Marco Gomez

Con la venia de la presidencia.

El día de ayer el INE ejerció sus facultades de atracción para aclarar la forma en que debe interpretarse la legislación local para efectos de realizar la substitución de aquellas personas que renuncien a un cargo de elección.

Básicamente el INE determinó que: la substitución de cualquier ganador a un puesto de elección popular debe darse en todo momento por una persona del mismo género de la lista plurinominal; en caso de no existir persona alguna del mismo género el puesto corresponderá a una persona del mismo género de otro partido de la misma circunscripción.

El Partido Verde saluda la decisión del INE y manifiesta su apoyo total a los criterios emitidos por la autoridad electoral.

Y para ser todavía más claros, el Partido Verde reprueba y condena las acciones que presuntamente se han realizado para coaccionar la renuncia de mujeres que han accedido a un cargo legítimamente ganado a través de la voluntad popular.

Si bien, el esfuerzo del INE es de reconocerse, debemos también reconocer que no todos los fenómenos de índole electoral que se presentan deben ser atendidos necesariamente por el INE.

El Consejo General del Instituto está compuesto también por representes del poder legislativo cuya labor es coadyuvar con el Instituto para normar las conductas que claramente generen una distorsión en la vida político electoral como es el caso que nos ocupa.

Por ello, la mejor forma de mostrar rechazo a este tipo de conductas es legislando que toda coacción, presión o amenaza a una mujer para que renuncie a un cargo legítimamente ganado sea considerado como delito, y que el sujeto activo además, vea suspendido sus derechos políticos electorales hasta por seis años.

Invitamos a todas las fracciones parlamentarias y diputados independientes a que se sumen a esta iniciativa que tiene como propósito que pasemos de los exhortos a los hechos y promovamos que nunca más, nunca más, este tipo de eventos bochornosos vuelvan a repetirse.

En el Partido Verde Ecologista de México estamos comprometidos a establecer los medios para lograr una verdadera participación política de la mujer.

En la sesión pasada, desde esta tribuna mandamos el mensaje claro y contundente de que no toleraríamos ninguna manifestación de violencia, mucho menos cuando ésta tiene por objetivo lesionar los derechos políticos electorales de una mujer.

Para quienes integramos esta bancada, pero principalmente para mis compañeras, las diputadas del Partido Verde, es desolador darnos cuenta que a pesar de los esfuerzos y modificaciones de ley realizados en los últimos años en materia electoral; todavía estamos lejos vivir en una sociedad en la cual todas las mujeres que deciden incursionar en la vida pública y política del Estado ya sea en el ámbito municipal, local o federal puedan hacerlo con la plena seguridad de que contenderán en condiciones equitativas respecto a los hombres; y lo más importante, que de ser electas puedan ejercer el poder depositado por la ciudadanía, de una manera responsable pero sobre todo de una manera libre.

El ejercicio del poder público, no debe ser un privilegio para unas cuantas, es obligación de todos los ciudadanos pero primordialmente de los partidos políticos y autoridades, actuar en estricto apego a las leyes para que en los tres órdenes de gobierno existan mujeres al mando, tomando las decisiones que verdaderamente impactan en el rumbo del país, y no solamente en cargos secundarios o disfrazados, con el fin de dar cumplimiento a una “cuota”.

No queremos más “Juanitas”, ni simulaciones. Estamos conscientes que la violencia política en razón de género está presente en nuestro país y de esa manera en nuestro grupo parlamentario asumimos el compromiso de legislar buscando su total eliminación, haciendo los cambios necesarios para ampliar la protección de los derechos políticos de las mujeres a través del establecimiento de mayores mecanismos de protección.

De igual forma, es necesario comprender que son muchas las razones por las cuales hay cierto temor por parte de muchas víctimas para denunciar la violencia política ejercida en su contra, entre las principales están que no existe un conocimiento socializado respecto a cómo identificarla y sobre todo que no hay claridad sobre un marco jurídico que respalde sus alcances y las formas de sancionarla. En otras palabras, por increíble que parezca, la violencia política contra una mujer no está tipificada como una conducta sancionable.

En el Partido Verde Ecologista, no descansaremos hasta que lo plasmado en las leyes electorales sea congruente con la realidad que viven las mexicanas que buscan acceder en política, exigimos que caiga todo el peso de la ley a quienes perpetúen estos actos que lesionen estos y cualquier otro de los derechos de las mujeres.

Continuaremos demandando igualdad y defendiendo a capa y espada nuestro derecho a llevar una vida libre sin violencia.

Es cuanto.

PARTIDO VERDE