Diputado Roberto Rubio Montejo

Con la venia de la presidencia.

Los jóvenes representan un potencial que los hace forjadores de cambios sociales y actores estratégicos para el desarrollo de cualquier nación. Sin embargo, en México cada vez son más los jóvenes que por distintas circunstancias se ven imposibilitados de incorporarse al mercado de trabajo, al grado de que el primer empleo para este sector fundamental de la población se encuentra, la mayoría de las veces, en la informalidad.

Esta situación empeora en los jóvenes recién egresados de la educación media superior y superior, quienes a pesar de contar con formación académica enfrentan serias dificultades para encontrar su primer empleo por su falta de experiencia.

Datos del INEGI indican que, durante el primer trimestre de 2017, la población económicamente activa de 15 a 29 años ascendió a 16 millones de jóvenes, de los cuales 15 millones se encontraban ocupados. Sin embargo, 60.6 por ciento de ellos se encuentran laborando en el sector informal.

La tasa de desocupación para adolescentes y jóvenes de 15 a 29 años es de 6 por cada 100 personas económicamente activas. Los adolescentes de 15 a 19 años muestran un nivel de desocupación de 6.9 por ciento y los jóvenes de 20 a 24 años de edad de 6.5 por ciento, mientras que para el grupo de 25 a 29 años es menor la tasa de desocupación con 5.1 por ciento.

Además, se debe señalar que uno de los principales obstáculos que enfrenta la población juvenil al momento de buscar trabajo es la falta de experiencia laboral. De acuerdo a datos del INEGI, el 19.8 por ciento de los jóvenes desocupados se identifica con la falta de experiencia, mientras que, del total de adolescentes y jóvenes no económicamente activos, poco más de 16.2 por ciento declararon disponibilidad para trabajar, pero señalaron haber dejado de buscar trabajo o no buscarlo porque piensan que no tienen oportunidad de encontrar uno.

Otro dato a considerar es que el Instituto Mexicano de la Juventud reportó en 2011 que 7 de cada 10 jóvenes conseguían su primer empleo a través de redes informales, preferentemente amigos o familiares, lo cual significa que de no ser por algún conocido que pueda conceder una recomendación, o bien, otorgar un empleo, es difícil que los jóvenes puedan tener la confianza para acceder al mercado laboral.

Las dificultades mencionadas han motivado que diversos países diseñen programas específicos para mejorar las aptitudes de quienes enfrentan problemas para integrarse a su primer empleo.

Dichos programas aportan nuevas soluciones a un problema antiguo pero creciente: la exclusión económica y social de los jóvenes. Entre ellos hay que mencionar a Jóvenes con Más y Mejor Trabajo, en Argentina; ProJovem, en Brasil; Jóvenes en Acción, en Colombia; y más recientemente, Mi Primer Empleo, en Perú, además de uno más en Paraguay con idéntico nombre.

Bajo esta lógica, quienes integramos el grupo parlamentario del Partido Verde presentamos ante ustedes una iniciativa con la finalidad de crear una Ley del Primer Empleo consistente en establecer normas para regular, incentivar y fomentar el empleo en los jóvenes, particularmente en el inicio de su actividad laboral formal.

Esta propuesta establece que serán beneficiarios del régimen del Primer Empleo los jóvenes de 18 a 25 años de edad que comprueben que se trata de su primer empleo formal. Dichos trabajadores percibirán entre una y dos veces el salario mínimo vigente pagado por el empleador, más un salario mínimo adicional que será pagado por el gobierno.

La permanencia en el trabajo deberá ser por un año obligatoriamente. Ningún trabajador podrá contratarse por más de una ocasión bajo el régimen de Primer Empleo. Asimismo, se señala que el puesto de trabajo del Primer Empleo y la práctica laboral deberán ser adecuados al nivel de formación y estudios cursados por el trabajador.

Adicionalmente, se establece que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social llevará a cabo un registro de los trabajadores inscritos bajo el régimen del Primer Empleo, con base en el cual calculará los montos necesarios para su aplicación en el Presupuesto de Egresos de la Federación correspondiente.

Por su parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público destinará anualmente, de la recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, los recursos necesarios para la implementación del régimen del Primer Empleo.

Todo lo anterior, como ya lo señalamos, pretende terminar con la exclusión de los jóvenes en el mundo del trabajo, al tiempo de procurarles capacitación y un ingreso digno para mejorar sus posibilidades de acceder a una mejor calidad de vida, es por ello, compañeras y compañeros, que esperamos contar con su apoyo para concretar esta propuesta.

Es cuanto.

PARTIDO VERDE