Con la venia de la Presidencia.

Compañeras y compañeros Legisladores.

En el Partido Verde nunca hemos claudicado en la defensa de nuestro medio ambiente y la biodiversidad, alzar la voz por los seres vivos que conviven con nosotros en este planeta y la protección a nuestros ecosistemas nunca ha sido una moda, sino un producto de nuestro trabajo constante; la iniciativa que expongo ante ustedes tiene precisamente ese derrotero, y trata sobre las barrancas.

Las barrancas se presentan como hendiduras o laderas que sirven de refugio para la vida silvestre, así como de cauce para los escurrimientos naturales de ríos, riachuelos y precipitaciones pluviales; por ende, las barrancas constituyen zonas importantes para el ciclo hidrológico y resultan de relevancia para la concreción de una serie de procesos vitales para la biósfera.

Los ecosistemas que se albergan las barrancas proveen diversos servicios ambientales, por ejemplo, una importante diversidad biológica, servicios paisajísticos, la regulación de flujos pluviales de la cual se deriva el abastecimiento de los mantos acuíferos, así como la regulación del clima y la prevención de inundaciones.

Por ello es que el reconocimiento del valor ambiental de las barrancas de México, así como de la necesidad de su rescate es no sólo un tema ambiental sino también una cuestión social.

Lamentablemente, en la actualidad las barrancas enfrentan una fuerte presión demográfica y graves problemas de contaminación ambiental que las han degradado significativa e irremediablemente, lo cual amenaza su subsistencia.

Cuando una ciudad se asienta en un territorio con elementos naturales, como lo son las barrancas, se establece una relación entre el ser humano y estos elementos que adquieren valor urbano; por ello, resulta necesario reconocer estas relaciones que se generan en las diversas ciudades de nuestro país para hacer hincapié a la vez en la responsabilidad de sus habitantes con la conservación de la naturaleza.

Y es que el crecimiento urbano desordenado desborda ya las laderas de las barrancas, debido a la falta de control de las obras inmobiliarias y otras actividades ilícitas, lo que hace que estas sean susceptibles a ser ocupadas de manera irregular, provocando como consecuencia su modificación, erosión y contaminación de la misma.

Lo anterior, como lo he dicho, genera varios problemas, entre los cuales destaco: que los escurrimientos pluviales producen deslaves en las construcciones adyacentes a las barrancas, se reduce el porcentaje de infiltración de agua que recogen los mantos acuíferos, desaparecen diversas especies de flora y fauna silvestres que son endémicas de nuestro país, se altera el clima en nuestras ciudades y se pierden suelos orgánicos que son importantes para el desarrollo de la flora y fauna.

En virtud de que las barrancas juegan un papel estratégico en la conservación de la vida silvestre y humana, así como en la filtración de agua hacia los mantos acuíferos, es importante que se regularicen, las mismas, desde el ámbito federal para asegurar la máxima protección, conservación y restauración para las mismas.

En este sentido, un paso importante para proteger mejor las barrancas con las que cuenta el territorio nacional sería incorporar a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, como Ley Marco en la legislación ambiental de nuestro país, criterios para su regulación en donde se les reconozca, primero, como Áreas Naturales Protegidas, las cuales necesariamente deberán contar con un Programa de Manejo, en el que se especifique su valor ambiental y se señalen plazos para su rescate.

Es precisamente lo anterior, el objeto de esta iniciativa que hoy les pongo a su consideración y la cual tiene como fin último contribuir a garantizar el derecho humano al medio ambiente sano, así como el derecho humano a un agua limpia y de calidad que merecen los mexicanos.

Compañeros, acabamos de ser el país cede en la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre la Biodiversidad, la COP13, dentro de la amplia gama de asuntos que se abordaron, se encuentra la necesidad de proteger nuestra biosfera.

Las áreas naturales protegidas son una herramienta ideal, así lo reconoció nuestro Presidente Enrique Peña Nieto, cuando en un hecho histórico decreto triplicar la cantidad de áreas naturales protegidas que tiene el país, poniendo a México a la vanguardia del mundo.


Pocos ecosistemas hay con tanto aporte de servicios ambientales como lo son las barrancas, por eso les pido que le demos el reconocimiento que merecen, la protección adecuada y sigamos poniendo a México a la vanguardia en la defensa del cambio climático pues es la principal amenaza que enfrenta hoy la humanidad.

Es cuanto, muchas gracias.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO