Con la venia de la presidencia.

En el transcurso de los años hemos olvidado el verdadero sentido del Federalismo y sus virtudes. En las luchas estériles por el poder dejamos en segundo plano, la oportunidad de servir mejor a nuestros gobernados, pues es la gente la que requiere que la política y los políticos seamos eficaces, transparentes y honestos.

El Federalismo es un modo de organizar y ejercer el poder dentro del estado de derecho, respetando la autonomía y la capacidad de gestión de los gobiernos. Los integrantes de la federación deben ser entes que, por su carácter electo, democrático y representativo, demanden que su personalidad jurídica y política, así como su autonomía financiera y fiscal, sean reales y no meramente declarativas.

El federalismo implica necesariamente la distribución del poder, reconociendo que hay fuerzas regionales activas que deben considerar dentro de la pluralidad para gobernar mejor.

En los últimos días, hemos sido testigos de como, dentro del marco legal vigente, la soberanía administrativa de los municipios ha sido, francamente, vulnerada.

Hemos visto aquí en el Congreso y en la calles a Presidentes Municipales de diversos estados, muchos de ellos lamentablemente  de mi natal Veracruz, lo cual me lastima y duele mucho, reclamar lo que es justo. Que las participaciones federales les lleguen en tiempo y forma, para que ellos puedan dar de una manera eficaz y rápida, soluciones a la ciudadanía.

Claramente hay un margen de maniobra de recursos federales, que la ley está permitiendo.

Compañeros los invito a que en vez de quedarnos a dormir en palacios de gobiernos o salir a bloquear calles, aunque el reclamo es justo,  aprovechemos la valiosa oportunidad que tenemos de estar  aquí  y legislemos sobre el particular.

A través de las aportaciones federales los municipios atienden demandas en rubros como educación, salud, vivienda, drenaje, infraestructura básica y seguridad pública.

Como podemos darnos cuenta, son fondos vitales para el funcionamiento del municipio, por lo cual es imprescindible que éstos recursos lleguen en tiempo, especialmente a aquellas comunidades que no tienen la capacidad para generar recursos propios y que dependen casi exclusiva de las aportaciones de la Federación, incluso  para las necesidades más básicas.

Ante las nuevas circunstancias de la alternancia en los gobiernos locales, tanto municipales como federales, debemos evitar que las pretensiones partidistas y el conflicto político vulnere el pacto federal.

Requerimos legislar con una visión democratizadora. Para garantizar que los recursos lleguen en tiempo y forma a los gobiernos locales existe todo un entramado jurídico e institucional que establece tiempos y plazos puntuales para la transferencia de esos recursos, no obstante, en la mayoría de los casos, se requiere de la intermediación de las entidades federativas para este proceso.

Esto significa que, en una primera instancia, la Federación le transfiere los recursos señalados a los gobiernos de los Estados para que éstos, a su vez, los hagan llegar a los gobiernos municipales.

Lo anterior, como ya lo señalé, entorpece el cumplimiento de las obligaciones y responsabilidades de los municipios. Pues el dinero,  al ser un bien fungible, muchas veces los estados lo utilizan o distraen para atender otras materias que consideran prioritarias, para luego, en el mejor de los casos reponerlo, pero lo que es un delito aun mayor es nunca entregarlo a las administraciones municipales.

 Con la iniciativa que estoy proponiendo les invito a que logremos un mejor mecanismo en la Ley de Coordinación Fiscal que evite estos incumplimientos por parte de las entidades federativas  hacia el municipio. De tal suerte, que cuando la transferencia no llegue en el tiempo y la forma debida, la Federación pueda reclamar esos recursos al estado y entonces transferirlos de manera directa a los municipios.

Con lo anterior promovemos que se garantice que el municipio pueda cumplir de manera puntual  la transferencia hacia las necesidades de la ciudadanía.

No está demás señalar que según los datos del INEGI al 2016, la mayoría de los municipios, casi en un 70 por ciento, en su patrimonio dependen de esos recursos federales, por lo cual el que no llegue de manera puntual y paulatina esos recursos, pone en riesgo a la ciudadanía, sobre todo a los grupos más vulnerables.

Compañeros, ha llegado el tiempo de acabar con la tutela política que anula la autonomía los gobiernos municipales y luchar decididamente por la emancipación institucional de los mismos y lograr un verdadera Federalismo democrático.

Es cuanto, muchas gracias.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO