Con la venia de la Presidencia;

Compañeras y compañeros Diputados,

"En cada niño nace la humanidad" Jacinto Benavente.

En 1959, se aprobó la Declaración de los Derechos del Niño de manera unánime por los setenta y ocho Estados miembros de la ONU, estableciendo que el niño es reconocido universalmente como un ser humano que debe ser capaz de desarrollarse física, mental, social, moral y espiritualmente con libertad y dignidad.

Todos y cada uno de los derechos de la infancia son inalienables e irrenunciables, por lo que ninguna persona puede vulnerarlos o desconocerlos bajo ninguna circunstancia.

Y es que aunque reconocemos que mucho se ha avanzado en esta materia, todavía queda bastante por hacer para erradicar de manera definitiva el maltrato contra los menores, evitando que sean expuestos al peligro y obligando a los adultos a que protejan en todo momento la integridad física, mental y emocional de nuestros niños.

Existen casos como el de la pequeña ecuatoriana Noemí Álvarez Quilloy quién murió sola y asustada con tan sólo doce años de edad en un refugio en nuestro país, tratando de llegar a Nueva York para encontrarse con su familia. ¿Pueden imaginar lo que esta menor llegó experimentar para tomar la decisión de quitarse la vida?

Desgraciadamente, la muerte de Noemí no es la primera, ni será la última, ya que el número de menores que viajan solos hacia los Estados Unidos y que son capturados en el intento ha ido en aumento en los años recientes, registrándose dramáticos casos de niños de apenas cinco años.

Las niñas y niños que emprenden la travesía hacia el vecino país del norte, lo hacen porque creen que ahí podrán encontrar mejores condiciones de vida y porque muchos de ellos tienen en territorio estadounidense por lo menos a un familiar: padre, madre, hermano, tíos, etcétera.

Para llegar a la frontera de Estados Unidos viajan por semanas enteras, e incluso meses. El viaje está lleno de peligros extremadamente graves. Se han documentado desgarradoras experiencias por toda clase de abusos, como: extorsión, violaciones sexuales, violencia física, secuestros, mutilaciones, prostitución, obligación para transportar drogas para traficantes e incluso asesinatos.

No obstante lo riesgoso de estos viajes, las familias continúan enviando a menores de edad solos, dejándolos en un estado de total indefensión y exponiéndolos a merced de gente sin escrúpulos que los utilizan con los más diversos y oscuros fines.

Por lo anterior, el Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México impulsa una reforma a la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes con la que se pretende frenar esta situación, al tiempo de concientizar a los padres de familia o tutores de los menores, para que no envíen solos a sus pequeños en travesías hacia otros países en aras de alcanzar el llamado sueño americano, pues lamentablemente es altamente probable que sufran toda clase de abusos, o bien, terminen encontrando la muerte.

En este sentido, consideramos que las niñas, niños y adolescentes deben ser protegidos en primera instancia desde el seno familiar, lo cual es, en esencia, el principal objetivo de la reforma planteada a los artículos 16, 22 y 26 de la citada Ley.

Es cuanto, diputado presidente. Muchas gracias.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO