Senadora Gabriela Benavides

Buenas tardes, con el permiso de la presidencia y de mis compañeros legisladores.

La energía eléctrica se ha convertido en una necesidad, al ser requerida en la mayoría de las actividades y servicios. En México el 98.7% de viviendas cuentan con electricidad, porcentaje que aumenta cada día con más.

La Reforma Energética prometió tarifas de electricidad más bajas, sin embargo, esto no ha sido una realidad. En noviembre del año 2017 aumentaron las tarifas para la industria hasta 3.5%, para negocio hasta 4.4%, para hogares hasta en 1.5%.

En agosto de este año, la industria de México pagó a la Comisión Federal de Electricidad, tarifas 77% más altas de las que se paga en este mismo sector en Estados Unidos.

Por esta razón en este pleno se han presentado diversos puntos de acuerdo para exhortar a la Comisión Reguladora de Energía a reconsiderar la aplicación de las tarifas, exhortos que no han tenido respuesta.

Por ello proponemos reformar la legislación, para que en el cálculo de las tarifas se tomen en cuenta algunos factores externos que permitan reducir el costo del servicio de energía eléctrica para la gente que representamos.

La electricidad que se genera en México proviene de diversas fuentes. Al cierre del año 2017 existían en el país 797 centrales de generación de energía eléctrica, donde las fuentes convencionales representaron el 79% y las energías limpias el 21%.

Las centrales de energías convencionales, que utilizan combustibles fósiles, son la segunda actividad del país con mayor impacto al medio ambiente, después del transporte, generando 125 mil millones de toneladas de gases en efecto invernadero.

Además, la generación de energía con fuentes fósiles conlleva externalidades como el agotamiento de hidrocarburos, contaminación atmosférica y daños a la salud humana, e inhibe el turismo en la zona donde se contamina.

Asimismo, la generación de energía se realiza de manera desigual en las entidades federativas. Algunas entidades generan más de lo que consumen y otras consumen más de lo que generan.

Lo anterior implica que estas externalidades también se distribuyen de manera desigual, afectando en mayor grado a las entidades y localidades donde se ubican las centrales de energía convencional.

A pesar de estos factores externos, las tarifas de luz en un lugar y en el otro son similares, por lo tanto no se compensa de ninguna manera a los usuarios que tienen que sufrir con la instalación de termoeléctricas en sus ciudades.

Un claro ejemplo de esta situación es la central termoeléctrica de Manzanillo, Colima, con tecnología de ciclo combinado y termoeléctrica convencional.

En el año 2013 la central se repotenció para utilizar gas natural en vez de combustóleo y así reducir las emisiones contaminantes. Sin embargo, en el año 2016 regresó al uso de combustóleo, provocando denuncias ambientales que dieron lugar a una clausura temporal y hasta una multa de más de 1 millón de pesos.

Una situación similar ocurre en otras localidades donde se ubican las centrales de energías convencionales, como son Sonora, Hidalgo, Veracruz entre otros, por lo que se requieren mecanismos para impulsar energías más limpias y compensar estas externalidades en las localidades.

La Ley de la Industria Eléctrica indica que la Comisión Reguladora de Energía, es la autoridad facultada para determinar las metodologías de cálculo, expedir y aplicar la regulación tarifaria, así como las tarifas finales del Suministro.

A partir de diciembre del año 2017 se dio una reclasificación de las tarifas eléctricas, considerando los costos de producción y distribución, características climáticas de la región, y otros factores. Sin embargo, no se tomaron en cuenta las externalidades comentadas.

Por ello, la iniciativa que presento busca establecer una tarifa eléctrica preferente para los usuarios del Suministro Básico ubicados en localidades que reciben las externalidades ambientales de la generación de la electricidad con tecnologías convencionales.

De forma complementaria, se propone incluir la compensación de las externalidades ambientales, entre los objetivos de la determinación y aplicación de las metodologías y tarifas de energía eléctrica.

Para tal efecto se plantea la reforma a los artículos 139 y 140 de la Ley de la Industria Eléctrica.

Sí hay manera de tener tarifas de energía eléctrica más bajas, pero no será a través de exhortos. Para lograrlo, es necesario reformar la ley de la materia que facultan a la Comisión Reguladora a establecer esas tarifas y eso es lo que nos toca hacer. Si la ley nos lo impide, modifiquemos la ley siempre en favor de nuestra gente.

Muchas gracias por su atención.

Con permiso, señor Presidente.