- Aseguró que dulces y juguetes en forma de cigarrillos son inofensivos y no representan una amenaza, pero son detonantes y una vía temprana de acercamiento y familiarización de los menores de edad con el cigarro.
Con el objetivo de proteger a la población infantil y a los futuros adultos del tabaquismo y sus consecuencias en la salud, la senadora Rocío Corona Nakamura presentó una iniciativa para prohibir en nuestro país la fabricación, comercio, distribución o venta de juguetes y dulces con aspecto similar o réplica a productos del tabaco.
Agregó que con esta iniciativa que propone adicionar una fracción IV al artículo 17 de la Ley General para el Control del Tabaco, se busca coadyuvar en la lucha frontal contra el tabaquismo y sus efectos en la salud pública.
La senadora lamentó que los niños y adolescentes en nuestro país son, a menudo, “presa de toda una maquinaria comercial, propagandística, tecnológica y social, que los han convertido en objetivo primordial de productos adictivos, como el alcohol y el tabaco”, y aseguró que, al enganchar a un niño o adolescente, no solo se garantiza el consumo de estas substancias o productos durante esa etapa, sino también durante la edad adulta; garantizando con ello el consumo permanente y por décadas.
La senadora aseguró que los juguetes y dulces con forma de cigarrillos o pipas, se encuentran disponibles a muy bajo costo, además de que se pueden comprar en cualquier esquina, tienda o mercado de nuestro país, pero que, aunque su intención es que los niños se diviertan y en apariencia son inofensivos y no representan una amenaza, en realidad son detonantes y una vía temprana de acercamiento y familiarización de los menores de edad con el cigarro.
"Esos juguetes o dulces son el medio de iniciación socialmente aceptado y tolerado por el cual nuestros menores tienen contacto con el cigarro, adicional al acercamiento que la misma familia, la sociedad en general y los medios de comunicación y de publicidad ofrecen", declaró la senadora Corona Nakamura.
Detalló que de acuerdo con datos de la UNAM, el grupo más vulnerable al tabaquismo entre nuestra población son los jóvenes de 12 a 15 años de edad, además de que la edad promedio en nuestro país para iniciar a fumar es a los 13 años, lo cual, aseguró, es sumamente peligroso ya que a esa edad el aparato respiratorio es aún inmaduro para resistir los tóxicos del tabaco, además de que el sistema nervioso central concluye su maduración alrededor de los 21 años, por lo que las afectaciones por fumar son mayores y con peores consecuencias en la edad adulta.
Finalmente, hizo énfasis en que esta situación u omisión de permitir la disposición de juguetes o dulces con forma de cigarro a nuestra población infantil, indudablemente la debemos de detener, afirmó que no se puede seguir permitiendo, tolerando ni solapando, por lo que insistió en que “necesitamos proteger a toda nuestra población infantil de todas las vertientes o escenarios que los acerquen de una u otra forma con el cigarro”.