Con su venia, señor presidente.

Compañeras y compañeros diputados.

Uno de los grupos poblacionales que más requiere la atención y la dirección de las políticas especiales son los adolescentes. Ello debido a la complejidad que representan las características inherentes a dicha etapa de la vida.

Hoy, este sector padece una alarmante realidad. La creciente tasa de embarazos en menores de 19 años de edad. Dicho fenómeno tiene presencia a nivel mundial, sin embargo de todos los países que integran a la OCDE, México es el primer país con el mayor número de embarazos en menores de 19 años de edad.

Se tiene estimado que al día se registran en nuestro país seis mil 260 nacimientos, de los cuales mil 252 corresponden a madres adolescentes, lo que representa que en uno de cada cinco nacimientos en México, está implicada una menor de 19 años. Esto quiere decir, amigas y amigos diputados, que cada minuto en México, más o menos, está naciendo un bebé de una madre menor de 19 años. O sea que tenemos niñas teniendo bebés.

La maternidad a temprana edad conduce a los menores de manera abrupta a un mundo adulto para el cual no están preparadas, con efectos desfavorables sobre su vida y la de sus hijos.

De los principales efectos que ello ocasiona, se encuentra el abandono escolar, siendo el 80 por ciento de los adolescentes que desertan a los estudios, lo cual resulta preocupante pues procede automáticamente su integración a la vida laboral, claro, cuando encuentran trabajo.

Según datos de la UNICEF, en nuestro país más del 55 por ciento de los adolescentes son pobres; uno de cada cinco tienen ingresos familiares y personales tan bajos que no alcanza siquiera para la alimentación mínima requerida, situación, sin duda, que con la llegada de un bebé impide o hace mucho más difícil su reinserción a la vida escolar.

Es importante subrayar el hecho de que el embarazo en una menor de 20 de edad, es considerado por la Organización Mundial de la Salud, como un embarazo de riesgo en el que se afecta la salud, tanto de la madre como del embrión en desarrollo.

En nuestro país poco más de 13 por ciento de las defunciones maternas, ocurre en mujeres menores de 20 años de edad.

Estoy convencido de que la educación integral en sexualidad, es un aspecto fundamental que involucra a los diversos sectores para fomentar la toma de decisiones importantes en torno a su sexualidad.

Para ello resulta indispensable que las autoridades se sumen a la tarea de garantizar la oferta y dotación de todos los métodos anticonceptivos de manera simple y de manera efectiva a toda la población, en específico de preservativos para así prevenir los embarazos en adolescentes y también prevenir las enfermedades de transmisión sexual.

El Informe de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar, la Anexfam, indicó que nuestro país es uno de los últimos lugares en todo el mundo en el uso de preservativos, pues más del 62 por ciento de los adolescentes de México, no utilizaron un condón cuando tuvieron su primera relación sexual.

Indicó además, que en países como Alemania o como España, los hombres usan en promedio cuatro condones al mes, mientras que nuestro país, en México, un varón usa cuatro preservativos al año, lo que nada tiene que ver con su práctica, sino con una vida sexual menos protegida.

Por ello insisto, que la iniciativa que aquí estoy exponiendo de ninguna manera debe ser mal interpretada, la propuesta es clara y, sobre todo, es responsable, no se puede ser omiso ante una realidad alarmante que puede ser combatida con acciones muy sencillas.

Es urgente que en México rompamos tabús, y así dar cara a la problemática que hoy demuestra que los adolescentes en nuestro país, no hacen uso de los preservativos por falta de recursos o, inclusive, por pena de comprarlos.

Es por ello que someto a consideración de esta honorable asamblea la presente iniciativa con proyecto de decreto por el que se adiciona un artículo 70 Bis a la Ley General de Salud, cuyo objetivo es garantizar el suministro de preservativos en los centros de salud, así como las acciones necesarias para facilitar ya sea la venta o la entrega de dichos métodos anticonceptivos en lugares visibles al interior de las instalaciones de hoteles y de moteles, en establecimientos que vendan bebidas alcohólicas, y en instituciones de educación secundaria, educación media y educación superior, siendo indispensable en estas últimas, la aplicación de un programa informativo en materia de salud sexual que permita a los estudiantes tomar decisiones responsables respecto de su vida sexual, que sepan que las relaciones sexuales son cosa seria, logrando entender las consecuencias de tener relaciones sexuales sin protección.

Lo anterior, convencido de que es la vida idónea para poner un alto a la alarmante situación de embarazos en adolescentes, propiciando con ello la protección de sus derechos más elementales como lo son la salud sexual y la educación.

Compañeras y compañeros diputados, abramos los ojos ante este grave problema que enfrenta hoy nuestro país, legislemos y cambiemos el futuro de miles de adolescentes.

Es cuanto.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO