·       Cerca del 90 por ciento  de las selvas húmedas de México se han deforestado y hoy sólo quedan dos grandes macizos que el país debe preservar. Uno de ellos corresponde a las siete áreas naturales protegidas de la Selva Lacandona.

Construcciones no autorizadas, incendios forestales, asentamientos humanos, cacería ilegal y la extracción ilícita de maderas preciosas amenazan las áreas naturales protegidas de la Selva Lacandona, lo cual pone en riesgo la integridad ecológica de este territorio y el sano desarrollo de su población, dijo la senadora del Partido Verde, Alejandra Lagunes, al señalar que es necesario fortalecer estas áreas naturales y garantizar el bienestar de su población.

Por ello, solicitó mediante un punto de acuerdo presentado en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión que Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales organicemesas de trabajo con diversas Secretarías para elaborar e implementar un "Plan Especial de Desarrollo Sustentable para la Región de la Selva Lacandona".

Agregó que este plan debe ser  integral e incluyente, que defina fechas específicas de acción, a corto, mediano y largo plazo, que permita combatir la pobreza, superar las desigualdades sociales, generar nuevos ingresos y empleos dignos; que, atiendan a los grupos más vulnerables; que concilie la conservación de los ecosistemas naturales con las actividades productivas sustentables e incremente las capacidades económicas y sociales locales, en el marco del respeto a los derechos humanos; y atiendan puntualmente los ilícitos ambientales que se cometen dentro de las áreas naturales protegidas de la Selva Lacandona.

Abundó que la región de la Selva Lacandona es también una zona de alta marginación social en la que habitan indígenas y campesinos en condiciones de pobreza extrema, con una población infantil y juvenil creciente que demandará empleos e ingresos en muy pocos años, por lo que su bienestar y desarrollo dependen de la conservación a largo plazo de la selva, quienes también ven con preocupación la desaparición de la selva y su futuro.

Finalmente exhortó a la Semarnat a presentar este plan al Congreso de la Unión para para su análisis y definición conjunta de una estrategia de financiamiento, seguimiento y evaluación de su aplicación.

"México no sólo tiene una obligación legal sino un compromiso moral y social con la conservación y con la construcción de un futuro sustentable. Este es un momento crucial para un cambio de paradigma, en el que la conservación de la biodiversidad y el manejo sustentable de los recursos sean el motor del desarrollo y la base del bienestar social", aseguró.