En efecto, pues como ya todas mis compañeras y compañeros que me antecedieron en el uso de la tribuna.

Compañeras y compañeros:

El día de hoy es un día que lamentamos esta decisión adoptada por la administración del Presidente Trump, pero no hay que perder de vista cuál es el origen de esta decisión, porque es verdad, hay que señalar con toda claridad la postura de la administración del Presidente Trump y, particularmente, del Presidente Donald Trump.

Sin embargo, la decisión que hoy adopta la Casa Blanca está estrechamente relacionada con una amenaza que recibió el gobierno del Presidente Trump, el 29 de junio de 2017, es una amenaza orquestada por el Procurador del estado de Texas, apoyado por otros procuradores de otros nueve estados de los Estados Unidos, básicamente son Texas, Alabama, Arkansas, Idaho, Kansas, Luisiana, Nebraska, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia del Oeste, todos estos diez estados, estados ganados efectivamente por Donald Trump, en las elecciones de 2016, pero se trató de una amenaza mediante la cual esos estados le exigieron a Donald Trump que diera por terminado el 5 de septiembre, es decir, hoy, el programa conocido como DACA. De lo contrario, la amenaza consistía en que llevarían este programa a un litigio ante una Corte de los Estados Unidos.

Esa es desde luego, creo, la razón central de por qué esa decisión se toma hoy, sin subestimar, desde luego, las posturas esbozadas anteriormente por el Presidente Trump.

De acuerdo con cálculos de algunos especialistas, este programa hacía potencialmente elegibles acerca de 2 millones de jóvenes indocumentados que podrían haber aplicado al beneficio de estar protegidos temporalmente de deportación, sabemos, ya se han dado cifras aquí, de que cerca de 800 mil jóvenes se acogieron a este programa, de los cuales un poco más de 600 mil eran mexicanos.

Ya hoy la Cancillería emitió un comunicado que hoy celebro, en el cual yo destacaría o del cual yo destacaría lo que ya está ofreciendo la Cancillería, la Embajada y la red consular, que es básicamente hacer una labor ante las dos Cámaras del Congreso de los Estados Unidos, llevar a cabo un diálogo con las autoridades que van a estar involucradas en las posibles medidas que se tengan que implementar en los siguientes seis meses, que es el espacio que dio el Presidente Trump, y una labor de protección básicamente a través de la asistencia consular y legal a los jóvenes que requieran del apoyo de nuestra red consular en los Estados Unidos.

Por eso, yo reconozco la disposición de la Cancillería y su postura para proteger con todos los recursos posibles o disponibles a los jóvenes que estén en situación de riesgo.

Ahora, lo que hizo el Presidente Trump el día de hoy, con la medida que adoptó, es abrir un espacio de seis meses para que el Congreso de los Estados Unidos resuelva esta cuestión, es una cuestión que hay que decirlo también ha estado vigente o en discusión en el Congreso de los Estados Unidos desde 2001, cuando justamente empezó a discutirse lo que hoy se conoce como la Dream Act.

Es una ley o una pieza legislativa que en su momento fue aprobada en la Cámara Baja, en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, en el año 2010, ese es uno de los instrumentos legislativos que hoy están ya aprobados, cuando menos por una de las Cámaras, hay otro que son dos iniciativas presentadas este mismo año, una en la Cámara de Representantes también, que es la conocida como la Ley para Reconocer a los Niños de América, o la Recognizing America’s Children, desde marzo de 2007; y hay otra iniciativa que es la Dream Act de 2017, promovida por dos Senadores, un Senador del Partido Republicado, el Senador Lindsey Graham; y un Senador Demócrata que es el Senador Dick Durbin.

Estos tres instrumentos legislativos es muy importante que podamos nosotros, como ya lo dijo la Senadora Gabriela Cuevas, en esta tribuna, y como también lo dice la Cancillería en su comunicado, es muy importante que trabajemos desde el Congreso de México y, desde luego, la Cancillería para que el Congreso de Estados Unidos solucione pronto este impasse legislativo que ha habido para poder llegar a una solución legislativa para los “dreamers”.

De acuerdo con cifras del Policy Institute de los Estados Unidos, la primera ley, o la iniciativa aprobada en la Cámara de Representantes en 2010, haría elegibles para residencia permanente, que es una característica que no ofrece el programa que hoy suspende el Presidente Trump la residencia permanente, las tres iniciativas en discusión sí la ofrecen, la que ya está aprobada en la Cámara de Representantes ofrecería residencia permanente para potencialmente 233 mil personas o 233 mil jóvenes.

La otra iniciativa presentada en marzo en la Cámara Baja haría elegibles a 938 mil jóvenes para residencia permanente.

Y la iniciativa presentada en julio en el Senado de los Estados Unidos haría elegibles para residencia permanente a 1 millón 511 mil jóvenes.

Entonces, es muy importante que como legisladores de México, acompañando a la Cancillería, hagamos un trabajo de diálogo, de cabildeo, con el Congreso de los Estados Unidos, para que puedan aprobar en este lapso de seis meses alguna de estas piezas legislativas, yo diría de acuerdo a los números que he expresado, que desde mi punto de vista la más adecuada sería la presentada recientemente en el Senado de los Estados Unidos.

No quiero terminar sin decir que es paradójico que el estado de Texas, un estado que ha vivido en los últimos días en la zozobra, particularmente en la ciudad de Houston, una situación donde hemos conocido dos extremos de la vida humana; uno, el heroísmo, representado a través de Jesús Conteras, un joven DACA, considerado ya un héroe en Estados Unidos por las labores de rescate que lo caracterizaron en estos días; y el otro extremo, el caso de Alonso Guillén, otro joven que decidió emprender labores de rescate, que lamentablemente falleció, es paradójico que Texas que es donde se vive en estos momentos de zozobra, que han conocido momentos de heroísmo de estos jóvenes DACA, sea uno de los estados que haya promovido esta lamentable decisión.

Por eso, yo creo que hay que, por un lado, repudiar la política extremista que está adoptando el estado de Texas, hacer un reconocimiento a los jóvenes DACA mexicanos que participaron en las labores de rescate, destacar el heroísmo que ya señalé de Jesús Contreras, y honrar la memoria de Alonso Guillén, quien fallecido lamentablemente en estos días haciendo labores de rescate.

Es todo, Presidente.