Muy buenos días a todos ustedes

Primeramente quisiera agradecer, sin duda, la presencia del doctor Jorge Rescala, Comisionado Nacional Forestal, quien nos acompaña en representación del Ing. Rafael Pacchiano, Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Igualmente, agradezco la presencia de Bill Millan del ICCF, mi amiga la Senadora Silvia Garza, secretaria de la Comisión y así también a Andrés Ávila de POLEA y Ernesto Herrera de Reforestemos México, por la interesante alianza que hemos logrado concretar en este momento.

Reconozco y agradezco a mis compañeros legisladores su participación, que sin duda abonará a la relevancia y a la discusión de este tema.

También gracias a todos los ponentes, porque sin duda el tiempo es lo más preciado que tenemos y destinarlo a una discusión a un diálogo de un tema tan relevante se habla del compromiso que tenemos en nuestro país y en la materia.

Para mí es un honor estar el día de hoy aquí con ustedes en este evento, en el que discutiremos varios temas fundamentales para el medio ambiente, como por ejemplo el vínculo estrecho que guarda la conservación de los ecosistemas forestales, con el impulso por supuesto del desarrollo sostenible y la contribución a la conservación de la biodiversidad.

Recordemos que en septiembre del 2015, los gobiernos de distintos países del mundo coincidimos en adoptar 17 nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, y 169 metas conexas, a través de la adopción de la Agenda 2030, cuyos principales metas son sin duda erradicar la pobreza y el hambre en todo el mundo y proteger nuestro planeta, con una visión verdaderamente de largo plazo, un compromiso distinto.

En esta Agenda, se incluyen también distintos objetivos económicos, sociales y ambientales que guiarán las decisiones que adoptaremos durante los próximos años para alcanzar precisamente este desarrollo sostenible.

Entre ellos yo creo que el que destaca es el combate a las desigualdades que existen dentro de nuestros países, particularmente México a través de la construcción de sociedades más pacíficas, más justas y más inclusivas; así como mediante la protección por supuesto de los derechos humanos, y la garantía de una protección eficiente a nuestros recursos naturales, es decir todo va en conjunto, todo va de la mano, recociendo los nexos que hay en cada uno de estos temas.

En el caso específico de México, la dinámica internacional del desarrollo sostenible yo creo que sí ha permeado en nuestro marco normativo y en el diseño de las políticas públicas.

En materia legislativa basta constatar que existen leyes de gran calado como lo es la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, a Ley General de Vida Silvestre, a Ley de Desarrollo Forestal Sustentable, la Ley General de Pesca, en fin, todas estas leyes han sido la base para el desarrollo de políticas integrales en beneficio de un bienestar social y la creación de oportunidades, por supuesto para los mexicanos, pero no sin olvidar la protección al medio ambiente.

A pesar de ello, creo que todavía existen muchos retos para nuestro país en la materia. Lo cierto es que creo que sigue pendiente lograr un balance eficaz entre el crecimiento económico, el bienestar social y sobre todo, esto relacionado con los sectores más desprotegidos, es decir, vincular de forma sustentable la economía y el bienestar de la gente medio ambiente sano, todavía sigue siendo un reto importante de México.

Yo creo que una de las respuestas para lograr ese balance es la gestión integral y sostenible de los recursos naturales, es entender el agotamiento de los recursos naturales y los efectos negativos de esta degradación de nuestro medio ambiente como por ejemplo desertificación, sequía, degradación del suelo, la escasez de agua dulce, etcétera, en fin la pérdida de biodiversidad, exacerban las diferencias que enfrenta nuestra humanidad, y yo creo que por eso debemos de d dirigir nuestros esfuerzos a combatir esa problemática, yo creo que es la manera en que podremos cambiar las cosas.

Entonces en este contexto, me parece que no debemos de perder de vista que el cambio climático sin duda es uno de los mayores retos más importantes de nuestra época, ya sabemos que sus efectos menoscaban la capacidad de todos los países para alcanzar este anhelado en el desarrollo. Y bueno es particularmente cierto en el caso de México, que es uno de los países más vulnerables porque está localizado entre sus dos océanos, porque somos un país muy megadiverso, y sobre todo porque la latitud de los relieves lo hacen particularmente expuesto a distintas consecuencias y fenómenos de la naturaleza.

Sin duda, como veremos en las mesas que componen este foro, la preservación y el uso sostenible de los ecosistemas forestales son una herramienta fundamental para construir un mundo más protegido, más equitativo y pero sobre todo más resilente.

Así que me parece que con una adecuada gestión de los bosques podemos preservar invaluables bienes y servicios ambientales por ejemplo el suministro de agua; la captura de carbono, de ciertos contaminantes; la generación de oxígeno; el amortiguamiento de los impactos de los fenómenos naturales y pues otras varias cuestiones.

Asimismo, como es bien sabido, los bosques tienen una gran importancia para la conservación de la biodiversidad. No debemos perder de vista, por ejemplo, que México, que se encuentra en el cuarto lugar entre los 17 países denominados megadiversos, como ya les venia diciendo y pues aquí veremos el 70 por ciento de las especies conocidas en la Tierra.

Entonces creo que adicionalmente la diversidad biológica y de los servicios de estos ecosistemas, los ecosistemas forestales pues son la base para las estrategias de adaptación del cambio climático, pero sobre todo para la reducción del riesgo de desastres, ya que pueden realmente reportar beneficios que aumentarán de manera muy consistente la resilencia de las personas a este efecto del cambio climático.

Además, yo creo que los bosques están en la primera línea dentro de los esfuerzos globales que tenemos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Finalmente me gustaría decirle que la experiencia nos ha demostrado una y otra vez que la gestión sustentable de los ecosistemas forestales tiene un impacto directo en el mejoramiento de la calidad de vida de los seres humanos y del desarrollo de estas poblaciones y comunidades que están más desprotegidas.

Lo cierto es que cuando los bosques se gestionan de manera sostenible, se generan oportunidades y riqueza, así como otros incentivos para su protección y su conservación, y se abate por supuesto la pobreza y la desigualdad.

Por lo anterior, a mi me parece fundamental la realización de foros de análisis, de propuesta como éste.

Y resulta imperante que adoptemos mejores medidas que contribuyan a detener la deforestación, a recuperar nuestros bosques degradados; aumentar la forestación y luchar contra la desertificación; detener la pérdida de biodiversidad, las especies amenazadas, así como poner fin por supuesto al tráfico ilegal de varias especies, entre otras cuestiones, porque hay muchas.

Por lo cual, yo creo que es necesario seguir impulsando el cumplimiento de estos objetivos internacionales de las metas que ya he mencionado, tanto en los planos de la región, como del entorno mundial a través de mecanismos que realmente tomen en cuenta diferentes realidades, diferentes capacidades para cada una de los países y de su nivel de desarrollo.

En el caso del poder legislativo, será necesario, sin duda impulsar un marco normativo más eficiente, que coadyuve al crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible de manera compatible con las normas y los compromisos internacionales que ya adquirimos.

En este sentido, el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 me parece que reconoce el capital natural de nuestro país, reconoce sus bienes y servicios ambientales, y sin duda es un elemento clave para el desarrollo de México y en el nivel de bienestar de la población, por lo que su objetivo 4.4 del eje México Próspero, me parece que sí invita a impulsar y orientar un crecimiento verde, más incluyente y facilitador que preserve realmente nuestro patrimonio natural al mismo tiempo que genere riqueza, competitividad y empleo.

De esta manera, el desarrollo sostenible se consolida como un objetivo fundamental para la política pública del país. Me parece que tenemos un gran compromiso de aquí al 2030, para lo cual es necesario la implementación de políticas públicas que realmente atiendan estos retos.

Ahora bien, quisiera agradecer particularmente a la SEMARNAT, que siendo por supuesto la cabeza del sector, pues aportará su conocimiento y la experiencia y todo con respecto a las acciones y los retos que ha asumido para poder alcanzar, desde el ámbito ambiental, los objetivos que impone esta nueva Agenda tan ambiciosa.

Asimismo, la opinión y las aportaciones de cada uno de ustedes de los diferentes actores sociales; como lo son la sociedad civil, la Academia, pues sin duda son cruciales para que podamos construir y desarrollar estos instrumentos legales. Por ello, agradezco la participación de todos ustedes, buscaremos plasmar estas opiniones, sugerencias y experiencias que serán muy constructivas en un documento.

Quisiera terminar mencionando que, a partir de la reflexión seria y por supuesto responsable que habrá de generarse en estos diferentes paneles, los legisladores sin duda contaremos con mejores elementos para poder impulsar el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible a través de una mejor protección, una mejor gestión de nuestros recursos y por supuesto el centro de los ecosistemas forestales. La realidad es que el desarrollo sostenible no es un fin en sí mismo, sino un proceso y les agradezco a todos ser parte de este proceso y que nos acompañen.

Muchas gracias