Con la venia de la Presidencia;

La discriminación hacia las mujeres y la violencia de género, como la manifestación más clara de las desigualdades entre hombres y mujeres, es un problema que traspasa fronteras y que, lamentablemente, está presente en la mayor parte de los países del mundo.

La violencia contra las mujeres se caracteriza por una situación de desigualdad, subordinación y discriminación basada en el género, la cual se exacerba por razones culturales, pues se considera que forma parte de la naturaleza misma de las personas y de sus interacciones, lo que provoca cierta resistencia y tolerancia o simplemente no permite percibir o valorar su magnitud y consecuencias, incluso para las personas que la padecen.

Ahora bien, la violencia de género en la escuela es un fenómeno que afecta profundamente a millones de niñas y niños; es uno de los principales obstáculos para la consecución de la igualdad entre hombres y mujeres y tiene consecuencias de largo alcance que afectan a la capacidad de aprendizaje de las alumnas y su permanencia en la escuela.

Al respecto, el Instituto Belisario Domínguez de la Cámara de Senadores, en su estudio "Asesinato de Mujeres en México", ha señalado que la violencia de género cobra cinco vidas diarias en promedio y que se cometen 1,848 homicidios de mujeres al año.

Del mismo modo, el Instituto Nacional de las Mujeres ha señalado que en tan solo cinco años, entre 2007 y 2012, la violencia creció 155%, al pasar de 1,083 víctimas a 2,764.

Por su parte, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares muestra que el 43.1% de las mujeres han sufrido violencia emocional, siendo humilladas, menospreciadas, encerradas, vigiladas, amenazadas e incluso son víctimas de la destrucción de sus bienes. Asimismo, la encuesta señala que el 47% de las mujeres de 15 años y más ha sufrido algún incidente de violencia por parte de su pareja durante su última relación; y que el 24.5% de las mujeres han sufrido violencia económica, recibiendo reclamos de su pareja por la forma en que gastan el dinero y prohibiéndoles trabajar o estudiar, o bien, privándoles de sus bienes.

Por otro lado, respecto de las mujeres que asisten a la escuela, dicha encuesta ha señalado que aproximadamente el 25.3% enfrentaron violencia por parte de compañeros, compañeras y maestros durante su vida de estudiantes. Las más frecuentes fueron las agresiones físicas y sexuales. Entre las mujeres que asistieron a la escuela en los últimos 12 meses, 10.7% señalaron haber sido agredidas sexualmente.

Sobre el particular, resulta oportuno destacar que el alcance del derecho de la mujer a una vida libre de discriminación y violencia se traduce en la obligación de toda autoridad de actuar con perspectiva de género, con lo cual se pretende combatir los estereotipos y la indiferencia que obstaculizan el pleno ejercicio del derecho a la igualdad. Así pues, en los casos de violencia contra las mujeres las autoridades deben adoptar medidas integrales con perspectiva de género que incluyan un adecuado marco jurídico de protección, una aplicación efectiva del mismo y la implementación de políticas de prevención.

En virtud de ello, la educación con perspectiva de género es necesaria para enseñar a las niñas, niños y adolescentes un nuevo paradigma en las relaciones entre hombres y mujeres que, posteriormente, debiera permear a la sociedad en su conjunto, generando así un cambio de actitudes, valores y prácticas.

Por lo anteriormente expuesto y considerando que la educación es el medio más adecuado por el que el Estado puede influir en las personas desde edades tempranas para lograr un cambio de patrones de conducta, en el Grupo Parlamentario del Partido Verde celebramos la aprobación del dictamen que hoy se pone a nuestra consideración, en virtud de que incluir en nuestra legislación medidas y acciones con el objeto de prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género, contribuye a garantizar el derecho humano a la igualdad en relación con el derecho a la educación.

Es cuanto.