Problemática

El cambio climático es identificado por los científicos como el principal problema ambiental del siglo XXI.

En la Convención sobre cambio climático que entro en vigor el 21 de marzo de 1994 se define este término como la modificación de clima atribuida directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante periodos de tiempo comparables.

En su artículo segundo la convención establece el objetivo último de la misma y de todo instrumento jurídico conexo que adopte la conferencia de las partes: “lograr de conformidad con las disposiciones pertinentes de la convención, la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropogenas peligrosas en el sistema climático”.

Diversos estudios y análisis que se han realizado desde la suscripción de México a esta convención han demostrado en la última década la urgente necesidad de establecer instrumentos, mecanismos y estrategias que permitan ya no solucionar el tema de cambio climático sino de hacerle frente de la mejor manera posible.

El cambio climático se ha vuelto un asunto de seguridad nacional, que ira desplegando diversas reacciones en los próximos años que afectarán de manera directa en la composición social y económica de nuestro país, en rubros como los recursos hídricos, la agricultura y ganadería, en el propio sector industrial, en el creciente fenómeno migratorio y la integración social de nuestras comunidades, desde las grandes urbes hasta las poblaciones rurales más pequeñas del territorio nacional.

El incremento en las temperaturas, un mayor periodo de sequías, el aumento en la precipitación pluvial, el desajuste de los periodos de ciclo agrícolas entre otros, son fenómenos que se verán incrementados con el paso del tiempo. Pero estos no son simplemente aspectos a vencer, son temas que deben atenderse para que las consecuencias sean las menos posibles.

La Organización Mundial de Salud reporta que en la última década del siglo XX, los desastres naturales relaciones con las condiciones meteorológicas produjeron aproximadamente 600,000 muertes en el mundo, el 95% de ellas en países pobres; que más de la mitad de la población vive en franja costera de 60km de ancho y estaría en peligro ante la elevación del nivel del mar, consecuencia del cambio climático; que la variabilidad de las precipitaciones puede poner en riesgo el suministro de agua, cuando ya afecta a un 40% de la población mundial; y finalmente, que en la actualidad hay aproximadamente 300 millones de personas con asma y se teme que el alza en la temperatura global eleve el número de personas que padecen de esta enfermedad importante.

Entre las evidencias, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Kappen, 2010), plantea que entre 1970 y 2009, el número de tormentas extremas en el mundo se multiplicó por 12, el número de inundaciones por 4 y las personas damnificadas o afectadas por 8. En el caso de México destacan las inundaciones de 2007 en Tabasco y Chiapas, el retraso de las lluvias de verano en 2005, el Huracán Alex en 2010, entre otros.

Para las próximas dos décadas, las proyecciones apuntan a un calentamiento de unos 0.2 grados C por década para un rango de emisiones. Si las concentraciones se estabilizan en los niveles del año 2000, podría esperarse un calentamiento de 0.1 grados por década. Cabe señalar que en el año 2010, una isla ubicada en el Golfo de Bengala, cuya pertenencia se disputaron durante casi 30 años los gobiernos de India y Bangladesh, desapareció de la superficie debido al aumento en el nivel del mar.

Los expertos del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático) han presentado seis escenarios de temperatura. En el mejor de los casos calculan para el 2100 un calentamiento de 1.1 hasta 2.9 grados C. En el peor escenario la temperatura puede subir de 2.4 hasta 6.4. En el mismo espacio de tiempo puede incrementarse el nivel del mar hasta 59 centímetros.

En un estudio de la SEMARNAT, “La economía del cambio climático en México”, calcula que será de entre 3.5 y 4.2 % del producto interno bruto (PIB) el costo anual previsible del cambio climático para nuestro país en función de la perdida de producción agropecuaria, menor disponibilidad de agua, deforestación, efectos en la salud y pérdida de biodiversidad, mientras que con el cumplimiento de las metas representaría un costo de 0.56% del PIB.

En el informe final de Octubre del 2010 del RUSI (Royal United Services Institute) centro de estudios dedicado a la investigación innovadora en asuntos de seguridad y defensa fundado en 1831 por el Duque de Wellington, titulado “Impactos relacionados con el clima en la seguridad nacional en México y Centroamérica”, menciona en su reporte aspectos como:

Los principales impactos económicos del cambio climático se sentirán a través de la escasez de bienes y servicios, repercusiones adversas en el suministro de energía, transporte y distribución de la infraestructura. Así mismo, también se espera que el sector agrícola padezca gravemente de estas consecuencias. Durante los próximos 20 años, el apoyo ambiental que se otorgue a la industria y a la agricultura se tornara cada vez más escaso, tornando la producción y la manufactura cada vez más caras. De aquí se desprenderán reacciones en cadena que afectaran la capacidad de exportación de bienes y recursos de México.

En otro apartado el informe menciona que entre 1997 y 2006 las pérdidas económicas como consecuencia de los desastres naturales representaron en promedio el 0.17% del PIB. En este mismo periodo 3.5 millones de personas resultaron afectadas por el paso de huracanes y 1.6 millones padecieron inundaciones, estos daños sumaron 3 mil millones de E.U. Dólares.

A nivel nacional, una repercusión clara de estos casos es la asignación de recursos al FOPREDEN (Fondo para la Prevención de Desastres Naturales) y al FONDEN (Fondo de Desastres Naturales), en 2007 el FONDEN se le autorizo un presupuesto de 135 millones de pesos, ejerciendo para ese año cerca de 11 mil millones de pesos; en 2008 fueron 150 mdp de presupuesto, en este 2011 se presupuesto 10 mil mdp. Por su parte al FOPREDEN, en cuatro años consecutivos se le asigno un presupuesto de 300 mdp (de 2008 a 2011), es decir, no estamos apoyando con mayor fuerza la prevención y sino la reacción ante los desastres naturales.

El país se encuentra entre los 12 países mega diversos, categoría que incluye también a China, Brasil, India; Colombia; Indonesia; Perú y Australia; entre otros. En conjunto, estos países albergan entre 60 y 70% de las especies de flora y fauna del planeta. Además, se cuenta con una extensa superficie marítima localizada en dos océanos, y se comparte con centro-América el segundo sistema arrecifal más grande del mundo.

En términos de los litorales, 60% de la población regional vive en estados y propiedades próximas a la costa, con el 65% de los manglares perdidos, México se torna más vulnerable a la erosión costera y a las inundaciones según el reporte RUSI. Siendo principalmente las que se encuentran en el Golfo de México y en el mar Caribe y las de muy alta vulnerabilidad son aquellas que se encuentran entre el nivel de la marea alta y una franja de dos metros de altura. En las zonas más vulnerables, las costas pueden ser cubiertas hasta una distancia de cuarenta a cincuenta kilómetros tierra adentro, como se identificaron en Tamaulipas (laguna deltaica del río Bravo), Veracruz ( laguna de Alvarado, río Papaloapan), Tabasco (complejo deltaico Grijalva-Mezcapala-Usumacinta), Yucatán, (Los Petenes) y Quintana Roo (bahía de Sian Káan y Chetumal). Esto se debe principalmente a que la mayoría de las costas del golfo y mar Caribe son bajas y se encuentran a menos de un metro sobre el nivel del mar. Más de 15 mil kilómetros cuadrados de zonas costeras se podría ver amenazados por la elevación del nivel del mar, afectando por igual a los ecosistemas, la ganadería y la agricultura.

En un asunto de agricultura, para el 2020, el total de tierras no aptas para el cultivo del maíz aumentará cerca del 4.2% en consecuencia de la sequías. Otro efecto implicará la pérdida del 6% de las tierras de pastoreo en el 2020 y cerca del 13.2% en el 2050 con respecto del 2002, debido al aumento de sequías y eventos hidrometeorológicos, deterioro y erosión de la tierra y un crecimiento en los volúmenes de plagas, incremento de las tasas de erosión hídrica y de la incidencia de deslaves en las zonas montañosas y por lo tanto un consiguiente deterioro de los niveles de bienestar de la población rural.

En un reciente informe del Banco Mundial, “Low Carbon, High Growth- Latín American Responses to Climate Change” (Desarrollo con menos carbono: Respuestas latinoamericanas al desafío del cambio climático) de diciembre del 2008, se proyectó que, dependiendo de la elevación de temperatura promedio en el país, se podría llegar a perder cerca del total de la productividad de entre el 30 al 85% de las granjas agropecuarias.

Según el informe RUSI en el tema forestal, después de Brasil, México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en deforestación. El estado de Campeche ya perdió el 100% de sus áreas forestales. Tabasco lleva el 58%, mientras que Yucatán el 35%, Querétaro 30% y Veracruz 22%. Las actuales proyecciones establecen que México perderá el total de sus selvas tropicales en los siguientes 52 años y el total de las demás áreas boscosas durante los siguientes 122 años.

En el aspecto hidráulico, existen importantes desequilibrios entre la demanda y el suministro de agua, pues casi toda la producción agrícola tiene lugar en la región norte, mientras que casi toda la reserva de agua se ubica en el sur. Por lo tanto, hacia el norte, la creciente demanda del agua para la agricultura rebasará, por mucho, el abasto e infraestructura en los próximos años.

La tensión por los recursos hídricos en todo el país es de mediana intensidad, sin embargo las partes del centro y norte de México, en especial las zonas urbanas padecen un elevado estrés con respecto del abasto del líquido. Aunado a la mala infraestructura, existen grandes ineficiencias en la distribución del agua, en todo el país se pierde el 40% del agua potable y el 50% del agua para irrigación agrícola. La disponibilidad de agua anual por habitante en 1955 era de 11500 metros cúbicos; en 1999 fue de 4900 metros cúbicos y se prevé que para el 2025 será de 3500 metros cúbicos (por debajo del consumo medio).

En un asunto de salud, se espera que las ondas de calor incrementen los niveles de mortalidad en las zonas desérticas de la región norte; en especial entre los ancianos y aquellos individuos con mala salud y por la deshidratación; asimismo exista la magnificación de las “islas de calor” en las ciudades (por carpeta asfáltica e inmuebles) en consecuencia, se espera que aumente la presión sobre los sistemas de atención a la salud. En adición a ello, debemos señalar que las enfermedades por vectores como el dengue y el paludismo tienden a expandir sus alcances geográficos conforme aumenta la temperatura, además de una mayor incidencia de enfermedades infecciosas relacionadas con la calidad del agua (cólera, tifoidea etc.)

México contribuye con el 1.5% de emisiones ocupando el treceavo lugar a nivel mundial, Estados Unidos ocupa el primer lugar hasta el momento con más del 23% de emisiones, de CO2. A nivel mundial la deforestación contribuye con un 20% de emisiones, en el caso de México la deforestación contribuye con un 18% de emisiones de CO2.Los hidrocarburos en México participan en la producción de energía primaria con 89.1%; la hidroenergía 3.7%; la leña con 2.3%; el carbón 2.2%; la nucleoenergía, 1.0%; el bagazo de caña 0.9%; la geoenergía 0.7%, y la energía eólica <0.02%

La categoría de energía sigue siendo la fuente principal de emisiones, seguida de la categoría de desechos, los procesos industriales aumentan en menor medida y la agricultura disminuye su participación en el porcentaje de emisiones.

El aumento de dióxido de carbono (CO2), es el principal responsable del efecto invernadero de origen humano, sin embargo no es el único gas que altera nuestro clima. Las emisiones de CO2 son de 492,862.2 Gg, con una contribución del 69.5%; esto representa un incremento del 27% en 20 años (1990-2010). Las emisiones de CO2 en el país provienen principalmente por la quema de combustibles fósiles y procesos industriales.

Los sectores con mayor contribución de emisiones de Gases de Efecto Invernadero son: transporte con 20.4%, generación eléctrica con 21.0%, manufactura e industria de la construcción con 8.0%, emisiones fugitivas 6.7%, procesos industriales 9%, otros consumos 4.5%, uso de suelo, cambio de uso de suelo y silvicultura 9.9%, Agricultura 6.4% y desechos 14.1%.

La capacidad instalada de generación de energía eléctrica está conformada principalmente por termoeléctricas, 58.8%; hidroeléctricas, 19.2%; permisionarios que mayoritariamente usan ciclo combinado a gas natural, 13.5%; carboeléctricas, 4.4%, nucleoeléctricas, 2.3%; geotérmicas, 1.6%; y eoloeléctricas, 0.1%.

POSTURA Y SOLUCIONES DEL PVEM

Por lo que Partido Verde Ecologista de México, impulsar estrategias en los diferentes temas de la seguridad nacional que coadyuve a establecer la suficiencia y el buen uso de recursos públicos, en temas que por la tranversalidad de lo que conlleva el cambio climático, incide en la definición de los mismos recursos.

Al mismo tiempo auxiliará en el rediseño, actualización y/o reformas a las diversas leyes, reglamentos y normas que por el paso de los años han quedado ajenas u obsoletas a las nuevas condiciones y características generadas por el cambio climático.

De igual manera se encargará de estudiar temas que vistos desde la óptica particular del efecto clima requieren de herramientas de apoyo para la definición de estrategias de una manera integral, que a su vez en reciprocidad sean parte del objetivo central; ayudar a mitigar este cambio. México necesita redoblar esfuerzos, ya que las estadísticas señalan que los países en desarrollo sufren con mayor impacto estas consecuencias naturales.

Por lo que el Partido Verde Ecologista de México algunas de sus propuestas es proponer reformar la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, para logar los siguientes puntos:

  1. Para que la Estrategia Nacional para La Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD+) no sólo abarque al sector forestal, sino también el sector agropecuario y turístico.
  2. Para proteger a los ecosistemas forestales en beneficio de la captura de carbono, por el mayor porcentaje de biomasa forestal, con una visión de acuerdo con las condiciones ambientales y sociales de cada región.
  3. Establecer que de manera participativa y transparente, se homologuen las definiciones y parámetros metodológicos adecuados para conocer la situación y las dinámicas de cambio de los ecosistemas forestales y los servicios ambientales, dado que la diversificación de definiciones y técnicas en cuanto a inventarios forestales, limita gravemente la toma de decisiones, rediseño y evaluación de la política forestal.

Para que el ejecutivo genere la Estrategia Nacional Forestal para Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD+), mediante la cual el Gobierno Federal impulse las políticas, programas, proyectos y acciones encaminados a conseguir un manejo sustentable forestal, y presentar al Congreso de la Unión cada año la actualización de la Estrategia con una prospectiva sobre los avances logrados y el aprovechamiento sustentable forestal.

Desde el año 2006 a la fecha, hemos presentado y logrado la aprobación de las siguientes iniciativas:

  • Iniciativa con proyecto de decreto que reforma la Ley de Planeación, para que se le incorporen criterios de sustentabilidad y responsabilidad ambiental.
    PUBLICADA EN EL DOF EL 23 DE MAYO DE 2002.

    La iniciativa propone que las políticas públicas en materia ambiental se diseñen con una visión de Estado. Para ello establece que el gobierno elabore una nueva planeación del desarrollo para que sea integral y sustentable e incorpore criterios de protección al ambiente en los programas sectoriales de la APF.
  • Iniciativa que contiene proyecto de decreto que reforma la Ley Federal de Derechos.
    PUBLICADA EN EL DOF EL 1 DE DICIEMBRE DE 2004.
    La iniciativa propone eliminar una contradicción contenida en las modificaciones realizadas a la Ley Federal de Derechos en diciembre del 2003, relativa al pago por el derecho de permiso para la utilización de fuentes renovables como medios de generación eléctrica.

  • Iniciativa que adiciona una fracción IV al artículo 8 de la Ley Federal del Impuesto sobre Automóviles Nuevos.
    PUBLICADA EN EL DOF EL 23 DE DICIEMBRE DE 2005.
    Con el propósito de mejorar la calidad del aire, la iniciativa se propone fomentar el uso de automóviles eléctricos. En este sentido propone un incentivo económico que excluya del pago del impuesto sobre automóviles nuevos a este tipo de automóviles, así como de aquellos que cuenten con motor de combustión interna con un rendimiento de 20 kilómetros por litro de gasolina.

  • Iniciativa con proyecto de decreto que reforma los artículos 22, 22 bis y 38 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.
    PUBLICADA EN EL DOF EL 5 DE JULIO DE 2007.
    La iniciativa señala que en la sociedad mexicana existen prácticas de consumo y de producción que tienen efectos negativos sobre la salud y el medio ambiente. Por lo tanto, las reformas pretenden fomentar el consumo de bienes y servicios ambientalmente amigables con el entorno, así como generar una conciencia de consumo sustentable.

  • Iniciativa con proyecto de decreto que expide la Ley para el Aprovechamiento de las Energías Renovables.
    PUBLICADA EN EL DOF EL 28 DE NOVIEMBRE DE 2008.
    La iniciativa tiene por objeto:
    1. regular y fomentar el aprovechamiento de las energías renovables con participación pública y privada;
    2. evitar la energía nuclear como fuente renovable;
    3. estipular que la energía producida se venderá exclusivamente a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro y a la CFE;
    4. facultar a la Comisión Reguladora de Energía para emitir las reglas correspondientes del intercambio, autoabastecimiento y cogeneración de energía.
    5. crear tres fondos para infraestructura e interconexión, otro para electrificación rural y uno más para investigación y tecnología.
  • Iniciativa que reforma la fracción II del artículo 1º de la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética.
    PUBLICADA EN EL DOF EL 12 DE ENERO DE 2012.
    La iniciativa tiene por objeto facilitar la generación de electricidad a través del recurso hidráulico con centrales mini hidroeléctricas de menor impacto ambiental que utilizan embalses donde no es posible la construcción de grandes presas y sean reconocidos como energías renovables. Para ello, excluye de la ley la regulación de la energía hidráulica que requiera crear nuevos embalses con superficies mayores a una hectárea o con capacidad de almacenamiento mayor a 50 mil metros cúbicos.

  • Iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.
    PUBLICADA EN EL DOF EL 6 DE JUNIO DE 2012.
    La iniciativa tiene por objeto facultar a la SEMARNAT para diseñar e instrumentar un Plan General de Prevención y Adaptación al Cambio Climático que incluya acciones para la protección de la capa de ozono y promoción de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Para ello, plantea reformar los artículos 15, 19, 36, 111, 112 y crear los 117 Bis 1, 117 Bis 2 y 117 Bis 3 de dicha legislación.

  • Iniciativa que reforma y adiciona al capítulo V Instrumentos de política ambiental, la sección X, Acción climática mitigación de emisiones de gases efecto invernadero, a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.
    PUBLICADA EN EL DOF EL 6 DE JUNIO DE 2012.

    La iniciativa propone desarrollar instrumentos para favorecer los esquemas de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero e incentivar la economía del país.
  • Iniciativa que adiciona y reforma diversos artículos de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.
    PUBLICADA EN EL DOF EL 6 DE JUNIO DE 2012.
    La iniciativa propone facultar al Ejecutivo federal para publicar el Programa Especial de Cambio Climático a fin de promover el desarrollo nacional sustentable basado en una economía de bajas emisiones de carbono, así como incentivar la investigación científica y tecnológica en la materia. Para ello propone adicionar un Capítulo Bis II y los artículos 116 bis y 116 bis 1 de la Ley en comento.